Se puede reforzar las técnicas de relajación para que mediante su práctica se pueda llegar a controlar la tensión y distensión, tanto física como mental.
Existen muchos recursos que se puede poner en práctica con los niños y niñas, pero aquí te voy a presentar uno: la Técnica de la Tortuga. Esta técnica fue elaborada por Marlene Schneider y Arthur Robin académicos de la Universidad del Estado de New York en 1990.
Es una técnica especialmente indicada para niños y niñas de Educación Infantil y primer ciclo de Educación Primaria que presenten dificultades en cuanto al control de impulsos, en el que también se puede emplear en niños y niñas que presentan conductas agresivas debidas a la falta de control, como puede ser pegar, lanzar objetos, gritar.
El objetivo de la técnica de la tortuga es que el niño y la niña aprenda, mediante una dinámica divertida, a tomar consciencia cuando experimenta agresividad y que llegue a ser capaz de controlar esta conducta a través del control corporal.
Es una técnica que utiliza la analogía de la tortuga, se mete dentro de su concha cuando se siente amenazada.
De la misma forma, se enseña al niño y a la niña a meterse dentro de su caparazón imaginario cuando se sienta amenazado/a, cuando no pueda controlar sus impulsos y emociones, etc.
La técnica de la tortuga consta de tres partes:
Primera parte: se enseña al niño y a la niña a responder cuando se diga la palabra tortuga, encogiéndose, cerrando su cuerpo, metiendo la cabeza entre sus brazos.
Segunda parte: cuando ya el niño y la niña haya aprendido a responder ante la palabra tortuga, se le enseña a relajar sus músculos mientras está haciendo la forma de la tortuga dentro de su caparazón imaginario.
Para la primera fase del entrenamiento en relajación, después de contar la historia introductoria, se le indica a los niños y niñas cómo tensar sus músculos y después a cómo va desapareciendo la tensión.
Los músculos se relajan siguiendo más o menos el siguiente orden:
• Apretar bien las manos.
• Doblar los brazos en arco en dirección a los hombros para tensar los brazos.
• Estirar las piernas como si quisieras tocar lo que tienes enfrente de ti.
• Apretar firmemente los labios uno contra otro.
• Cerrar los ojos fuertemente.
• Empujar el estomago hacia arriba.
• Coger aire profundamente, llenar los pulmones, retenerlo.
Para practicar la relajación se le puede indicar que cierre el puño fuerte, muy fuerte y contar hasta diez. ¡Suelta!
Una vez los niños y niñas hayan hecho varias sesiones prácticas, se integrará a la tortuga.
Tercera parte: se le enseña al niño y a la niña a utilizar las técnicas de solución de problemas para evaluar las distintas alternativas para manejar la situación que le ha llevado a hacer la tortuga.
La solución de problemas consiste en cinco pasos:
• Definición muy clara de la situación problemática.
• Pensar cosas para hacer frente a la situación problemática.
• Evaluar las consecuencias de cada una de ellas y seleccionar la mejor.
• Poner en práctica la solución elegida.
• Verificar los resultados.
La técnica de la tortuga puede ayudar a aprender a expresar sus sentimientos. El dominio de esta técnica puede alentar la autoestima o el amor propio de los niños y niñas, al ser ellos/as mismos/as los que aprenden a controlar sus propias conductas.
El comienzo de esta técnica para trabajar el autocontrol en los niños y niñas es mediante una historia, la historia de la tortuga que encontrarás en el siguiente manual. La puedes adaptar contando la historia con el nombre de tu hijo, el curso y cualquier situación que te interese trabajar en este momento.
He encontrado el manual original en inglés y una traducción en español mucho más detallado. Espero que te sea de gran ayuda.
¡Hasta pronto familia! Estoy trabajando en el cuento de la tortuga. Te lo mostraré muy pronto.