Quedar en embarazada, es muchas ocasiones resulta un tanto complicado. Pues, parece tarea fácil quedarse embarazada, pero lo cierto es que nuestro ritmo de vida actual, caracterizado por el estrés y las prisas en todas las facetas rutinarias, no es buen consejero para provocar la concepción de una nueva vida.
Elementos como el estado psicológico de la mujer o los hábitos alimenticios de la pareja, está demostrado que influyen notablemente en la predisposición al embarazo, aunque no en el mismo grado que la preparación física del propio cuerpo. Aún así, existen numerosos factores que están de tu lado y que, sabiendo cómo hacer uso de ellos, se pueden convertir en tus grandes aliados.
Test de ovulación
La ovulación ocurre todos los meses justo en la mitad del ciclo menstrual, en reglas regulares. Si el periodo menstrual consta de 28 días, el día 14 será el momento en el que el óvulo podrá ser fecundado con mayor posibilidad pues está comenzando el proceso. La maduración del óvulo se produce entre dos menstruaciones. En el caso de reglas regulares, entre el día 1 del mes y el 28 de cada mes.Hoy en día es posible averiguar el estado de ovulación e intentar, durante estos días ‘clave’ en el proceso de ovulación..A través de la medición de la hormona LH en la orina de la mujer, se indica el momento en el que van a ovular. Es relativamente novedoso y tiene una gran aceptación entre el colectivo femenino occidental.
Tres puntos clave
Son 3 principios los fundamentales para determinar cúal es el mejor momento: el calendario, relativo al ciclo menstrual, la mucosidad y la temperatura basal. El calendario supone que la ovulación tiene lugar durante los tres días centrales de tu ciclo.
El calendario es el factor que más 'nos suena', pues cada mes, las mujeres nos guiamos a través de él, para saber cuándo vamos a tener la regla.
Sólo hay que calcular los días centrales del ciclo máximo y los del ciclo mínimo y añadir dos días antes del primero y dos días después del último. Este margen o espacio restante, corresponde al momento de máxima fertilidad.
La temperatura basal
Parece algo más técnico de lo que en realidad es. Necesitarás un buen termómetro y elegir el momento adecuado en el que realizarte la prueba. Tumbada o sentada en la cama y relajada sólo deberás tomarte la temperatura de la vagina como si se tratase de un dolor de garganta.
Cuando la temperatura aumenta entre 2 y 6 décimas por encima de lo normal, estamos hablando de una temperatura basal idónea para la fecundación del óvulo, es decir, para que se produzca un embarazo.
La medición de la temperatura basal no es el único método en el que debes centrar tus esfuerzos e ilusiones ya que, una de sus principales objeciones radica en su relativa eficacia. En ocasiones, el aumento de la temperatura basal se produce cuando ya ha ocurrido la ovulación, no durante el proceso. En este caso ya no hay posibilidades de embarazo y hay que esperar hasta el siguiente ciclo menstrual.
La mucosidad vaginal
Se trata de un líquido que fabrica nuestra vagina de forma natural en cada proceso de ovulación. La mucosidad varía en textura y color según el día del ciclo en el que la mujer se encuentre. A medida que nos acercamos a la ovulación, el moco se va volviendo blanquecino y toma una textura parecida a la clara del huevo. Esto es otro indicador más en que el momento más idóneo para la concepción llega.
La mucosidad vaginal además, produce una serie de hormonas que hacen la función de llamar o atraer a los espermatozoides. En este curioso acto hormonal, las posibilidades de fecundación del óvulo se ven altamente incrementadas.
Otros factores
Los factores psicológicos y medioambientales son elementos condicionantes para que se produzca la fecundación del óvulo. El sosiego, la motivación y positividad de la mujer y de su pareja van a tornarse vitales en la búsqueda del bebé.
La alimentación y los hábitos rutinarios también afectan al ambiente que se debe crear en torno al proceso: en los hombres, durante la franja de los 30 a los 40 años es más importante que nunca que moderen sus hábitos pues sustancias como el alcohol y el tabaco provocan una disminución en la cantidad y calidad de sus espermatozoides.La postura coital se ha entendido tradicionalmente como un factor muy importante a la hora de facilitar la concepción. Lejos de ceñirnos a mitos o leyendas a cerca de este tema, lo cierto es si que hay posturas en las que el esperma puede llegar más rápido y más directamente al óvulo femenino. Una de ellas es en la que la mujer permanece permanezca tumbada, con las piernas suspendidas en el aire y la pelvis ligeramente inclinada hacia arriba.
La edad, importante
La edad, por supuesto, tiene que ver con la llegada del bebé. Se sabe que cada década que cumple una mujer, es una pérdida de un porcentaje importante de sus óvulos fértiles y sanos. A partir de los 40 años las posibilidades de quedarse embarazada disminuyen notablemente pero aún es posible la fecundación.
Naturalmente, una mujer fértil puede quedarse embarazada hasta la llegada de la menopausia. No obstante, es necesario someterse a todas las pruebas necesarias. Desde la decisión consensuada de quedarse embarazada hasta el final del mismo, si éste se produce.