Para mí y para la mayoría de las madres, estar embarazada es el mejor estado en el que podemos estar, en esos meses todo es felicidad, nos consienten, pasamos tiempo planificando el cuarto del bebé, su ropita, sus accesorios, los implementos que necesitaremos, leemos sobre los cambios durante el embarazo y los primeros días del recién nacido, dormimos suficiente, estamos siempre radiantes. En fin, preparándonos para ser madres …
Aparecen también temores, ansiedad, pensamos en su carita, soñamos con ese momento… llega el día esperado y nada supera ese día especial … Nuestra casa se llena de una tranquilidad absoluta, salvo cuando hay llanto, adaptándonos a todo lo que trae consigo la maternidad: nuevos horarios y rutinas, la lactancia y otras situaciones nuevas que se van presentando.
Seguimos instruyéndonos y hoy en día, las redes nos permiten mantenernos al día y encontrar temas interesantes asociados a la maternidad, es necesario seguir conociendo sobre muchos temas.
Agradezco ser de esta generación donde estar embarazadas ya no es motivo de enfermedad, sigue pasando que, en medio del cambio, nos preguntamos: soy mamá, el mundo sigue ¿y ahora qué hago? … hasta donde llega la preparación?
Estamos en una generación de madres empoderadas, es decir, informadas y con convicción enfrentan grandes retos, preocupándose por cuidar de sus bebés, además de ubicar qué pueden ofrecerse a sí mismas procurando el bienestar de sus pequeños y de ellas, como madres. ¿Es allí donde quisiera mostrarte algo diferente, que tal si por ofrecerte lo mejor a ti, terminas dándole lo mejor a tu bebé?
La preparación no termina, en todo momento debemos estar presentes y conscientes que la maternidad involucra un aprendizaje continuo. Te das cuenta en este camino que no eres la excepción, comienzas a conocer a otras madres que viven lo mismo, encontrarás infinidad de madres en las redes sociales que describen la maternidad de una forma muy divertida pero real.
Por ello, es importante en esta época no olvidarse del equilibrio, y con esto me refiero al físico, mental y espiritual. Debes hacer ejercicio físico antes y después del parto, cuando tu bebé empiece a crecer me lo vas a agradecer, tendrás brazos fuertes para cargarlo todo lo que sea necesario, debes meditar y reforzar tus creencias de forma positiva, buscar espacios de recreación donde puedas reír, conversar y socializar, para que tu mente descanse y se conecte con los demás roles que desempeñas.
Como terapeuta ocupacional, que ha trabajado muchos años con niños, actualmente con madres y bebés en Entrenando Juntos y también como mamá, entiendo a cada ser por separado, pero los trabajo unidos, y definitivamente las madres somos capaces de hacer grandes cosas por nuestros bebés, y nuestros bebes potencian todas sus habilidades cuando disfrutan de la compañía de sus mamás.
Recuerda: piensa en ti, prepárate y encuentra una liberación física, mental y espiritual, para que se disfruten ambos bajo cualquier circunstancia, momentos complejos especialmente los primeros meses de la adaptación a la maternidad y esas alegrías que vivimos sólo junto a nuestros hijos.
Fuente: María Alejandra Silva
Terapeuta Ocupacional con experiencia en el área pediátrica y Sistema Mama-Bebe. Directora y Co-creadora de Entrenando Juntos Mom&Baby System. Co-Creadora de Entrenando Juntos Mom&Baby System