La melanocitosis dérmica congénita o mancha mongólica es una afección dermatológica muy común en bebés recién nacidos, suele darse en bebés de piel oscura o mestiza. Se trata de una mancha de tono verdoso o azulado que aparece a al poco tiempo del nacimiento del pequeño en la parte baja de la espalda. También puede manifestarse en otras zonas como la espalda o las extremidades, pero es menos común.
Seguramente el leer el término 'mongólica' cree alarma o confusión. En España esa denominación vejatoria se hace para aludir a personas que tienen Síndrome de Down, pero nada tiene que ver con ello. En nombre se debe al país, Mongolia, no a términos médicos. La mayoría de los niños y niñas nacidos en esta región de Asia tienen esta mancha, casi el 90% del total.
¿Debemos alarmarnos si nuestro hijo la tiene? La respuesta es no. Es importante consultar al médico si este exceso de pigmentación aparece en la piel de nuestros hijos, pero no hay que alarmarse. Con el paso del tiempo esta mancha o manchas de bordes indefinidos irá desapareciendo con los años. El caso más extremo de permanencia es de 10 años, aunque también existen pequeñas excepciones de manchas crónicas que en nada afectan a la vida de las personas.
¿Existe un tratamiento? Lamentablemente no, pero al no ser una dolencia que no va más allá del malestar visual no requiere ninguno.
Ya sabéis, si veis una especie de moretón en la piel de vuestro pequeño recién nacido no hay que alarmarse en demasía, pero consultad al pediatra por si acaso.