Entre las formas de alimentación para los bebés, además de la llamada leche materna, que está entre las más recomendadas cuando se encuentran en la etapa de recién nacidos, se pueden encontrar las fórmulas de continuación o crecimiento, caracterizadas por ser altamente nutritivas y recomendadas para el desarrollo adecuado del pequeño.
Resulta de suma importancia conocer los diferentes tipos de leche dependiendo de la edad, así como los nutrientes y minerales necesarios para los niños que rondan los 12 meses de edad, para los bebés en plena etapa de crecimiento y los demás elementos vitales para el crecimiento integral y saludable del bebé en los meses de crecimiento físico e intelectual.
Los diferentes tipos de leche dependiendo de la edad
Los bebés que rondan los 12 meses de edad no deben tomar leche de vaca sin más, que no esté adaptada a sus condiciones físicas iniciales, ya que su ingesta puede resultar muy peligrosa para su salud. Cuando no son amamantados por la madre, deben recibir fórmulas de inicio especialmente adaptadas para los bebés de 6 meses, que varían su composición dependiendo de cada etapa. Una vez que cumplen los 12 meses, aparecen las llamadas fórmula 3, leches nutricionales o de crecimiento.
La leche de crecimiento a partir de 12 meses, contribuye a este desarrollo con una cantidad de hierro 13 veces mayor que la tradicional leche de vaca, deficiente en ese mineral, y le proporciona una energía y vitalidad muy similar a la de la leche que segrega el seno materno. De esta manera resulta un sustituto muy adecuado para la leche materna, siempre recomendada por pediatras especialistas y expertos en nutrición infantil, para la alimentación inicial de los pequeños.
Nutrientes necesarios para los bebés de 12 meses
La leche de crecimiento es aconsejada por muchos pediatras, pues consideran que tienen muchos beneficios, como ejemplo una menor cantidad de proteínas, comparándola con la leche de vaca. Haciendo la salvedad de que algunas de estas leches tienen azúcar adicionada, lo que es absolutamente innecesario y en algunos casos hasta nociva por la excesiva cantidad que incluyen.
El cerebro de los niños tiene un período vital que tiene lugar entre el sexto y noveno mes del embarazo de la mujer y la etapa comprendida entre los 2 y los 3 años de edad. Hay nutrientes que juegan un papel primordial, como lo son el hierro y el Omega 3 DHA, fundamentales e influyentes en el desarrollo de la retina y el delicado proceso mediante el cual madura el cerebro del lactante.
Minerales y vitaminas: elementos indispensables para los más pequeños
Es muy importante que esté garantizada la ingesta necesaria de nutrientes y minerales como el calcio, muy recomendado para el conveniente crecimiento y desarrollo de todo el sistema óseo y de estructura de soporte para el neonato.
Hay que destacar que el calcio es un nutriente umbral, que depende proporcionalmente de su aporte efectivo en la alimentación. Según los nutricionistas, por debajo del límite umbral (el requerimiento mínimo en situaciones donde la fisiología es normal), la relación ósea, es decir la cantidad de calcio en los huesos del bebé, se vuelve menor.
La vitamina D también es muy importante para los bebés, pues contribuye a la formación normal de los huesos y en la necesaria absorción del calcio a nivel de los intestinos. Es tan importante que la deficiencia puede provocar raquitismo y, a la larga, osteoporosis en algunos casos extremos, o un desarrollo óseo inadecuado.
Otros componentes vitales para el crecimiento
La etapa de desarrollo y crecimiento de todos los niños con edad de 12 meses requiere de cantidades óptimas de Vitamina E, folato, yodo y cinc. La salud del niño puede verse seriamente afectada si no se le administran en la alimentación diaria estas vitaminas y minerales.
La llamada leche de continuación o de crecimiento necesita, para la perfecta nutrición del niño, una fórmula que contenga Omega 3 DHA suplementada con hierro, pues son esenciales para el adecuado desarrollo de los aspectos físicos, visuales e intelectuales, del bebé que tiene un año de edad.
La cantidad promedio de un vaso de 250 ml de esta fórmula proporciona el 38% del hierro que necesita diariamente un bebé, según recomiendan los nutricionistas y pediatras, quienes aseguran que es unas trece veces más que lo que puede darle de la leche de vaca.