Probablemente estés cansado de escuchar a tu pidiéndote cosas todo el día. Eso solo significa que tu hijo es demasiado caprichoso y necesita un cambio. Estás situaciones de berrinches pueden terminar incomodando el ambiente familiar ¿Quieres saber cómo evitar estas situaciones?
Principalmente, lo que describe a un niño caprichoso es la poca capacidad para valorar todo lo que tiene. Por eso, siempre quieren más. Cuando son niños pequeños, los caprichos pueden llegar a ser tolerables, pero si persisten cuando crecen, entonces hemos hecho algo mal.
¿Qué podemos hacer? Ante todo, tenemos que asegurarnos de que nuestro hijo sepa diferenciar entre un capricho y una necesidad. Si el niño quiere un juguete está bien, pero con ese tiene que quedarse y no comprarle otro cuando se canse de éste. Aunque nos cueste, debemos poner límites a los niños y no darles todo en el momento en que lo piden. Trabaja las recompensas, pero no las conviertas en algo habitual, está bien premiar a los niños pero no concederles todo lo que desean. Es duro, pero supone un paso muy importante para la educación de nuestros hijos.
¿Cómo afrontas los caprichos de tus hijos?
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