Se llama Raquel y es una mamá del cole.
Raquel con su camiseta de embarazada (playa de Samil, Vigo)
Fue mi señor esposo, el papá imperfecto, el que me dijo que debía empezar a mostrar mis productos como más reales. Hasta entonces eran diseños y prototipos que guardaba celosamente por miedo a estropear hasta que algún cliente quisiera comprar alguno.
Empezar a preparar los productos reales y hacer uso de ellos era algo que realmente se convirtió en un segundo nivel, en un paso en firme hacía mi objetivo. Imprimir camisetas de embarazada para sacar fotos. Aunque parece una bobada, cuando estás empezando duele mucho en el bolsillo. Y da miedo. Miedo a estar haciendo el tonto, a estar gastando dinero en un proyecto que en ese momento no sabía si funcionaría. Estas camisetas me valen de coste unas 4 veces más que una camiseta normal. Así que el riesgo era grande.
Pero había que hacerlo.
Porque los sueños se vuelven reales cuando dejan de estar solo en la cabeza y los hacemos reales.
Como Raquel estaba embarazada le pregunté si le interesaba sacar unas fotos para este proyecto a cambio de una camiseta. Yo suelo ser muy cautelosa, y no me gusta molestar a la gente… pero resultó que a la gente no solo no les molesta participar, si no que además disfrutan y lo agradecen.
Raquel aún estaba embarazada de poquitos meses
Con Raquel perdí el miedo a preguntar. Y por eso siento un gran agradecimiento hacía ella, por ayudarme en este proyecto y dejarme compartir sus fotos. Porque gracias a ella mi sueño se empezó a hacer un poco más real.
Continuará….