Ha sido una experiencia bonita y gratificante.
Además este curso de cocina fue lo que pidieron como regalo a los Reyes Magos. Y esto sí que me pareció una idea fantástica. Acumulamos muchas cosas. Regalar experiencias y aprendizaje en lugar de objetos me parece muy buena opción.
El menú lo elegimos entre todos. El hijo pequeño eligió macarrones con salsa boloñesa de primero. El mayor tarta de manzana de postre. Y yo les propuse salmón en papillote de segundo.
Una semana antes mandé a la madre la lista de los ingredientes.
Empezamos a las 11.00 de la mañana. Primero les expliqué que a la hora de cocinar hay que hacer un plan de acción. Hay que empezar primero por lo que más tarda.
Así que primero empezamos por la crema pastelera de la tarta porque se tenía que enfriar un poco. Después metimos la masa quebrada en el horno.
A continuación preparamos la salsa boloñesa y las verduras del salmón.
Después pelamos las manzanas, montamos la tarta y la volvimos a montar en el horno.
Hicimos los paquetitos del salmón y cocimos la pasta.
Mientras se enfriaba la tarta y mezclábamos los macarrones con la salsa boloñesa, metimos el salmón en el horno.
Mientras el padre y yo fregábamos y recogíamos la cocina, la madre y los hijos ponían la mesa.
Y antes de empezar a comer tuvimos la clase de saber estar en la mesa.
Tuvimos que recordar algunas de las normas durante la comida. ¡No se aprende en un día!
Macarrones a la boloñesa
INGREDIENTES
500 g de carne de ternera picada
1 lata de tomate natural triturado
1 cebolla
2 zanahorias
¼ l de caldo de carne
2 dl de vino blanco
500 g de macarrones
200 g de queso parmesano rallado
En un fondo de aceite se pone a estofar la cebolla picada con las zanahorias partidas en dados pequeños y se deja hacer lentamente.
Cuando está blandito, se añade la carne picada. Dejar que se dore un poco, regar con el vino blanco y dejar reducir. Incorporar la salsa de tomate y el caldo de carne.
Sazonar con sal. Se deja cocer lentamente durante 20 minutos.
Se cuecen los macarrones con abundante agua hirviendo con sal. Escurrir cuando están “al dente”, mezclar con un poco de aceite o mantequilla para que no se peguen y poner en la fuente con la salsa en medio. Servir inmediatamente.
Servir con el queso rallado aparte.
Puede utilizarse otro tipo de pasta: tallarines, cintas
Salmón en papillote
5 lomos de salmón de unos 170 g por persona
2 puerros
2 zanahorias
200 g de champiñones
Papel de horno
Limpiar el salmón y si queda alguna espina entre la carne, quitar con unas pinzas.
Limpiar y filetear el champiñón.
Pelar las zanahorias y cortar a tiras finas
Limpiar lo blanco de los puerros y cortar en tiras finas.
En una cazuela con aceite rehogar a fuego lento las verduras hasta que estén blandas.
Poner en cada papel un lomo de salmón con la piel sobre el papel. Salpimentar y colocar encima un montoncito de verduras. Cerrar el papel y meter a horno fuerte –unos 180ºC– 12 minutos: el pescado está cuando el paquete se hincha totalmente.
Tarta de manzana
1 paquete de masa quebrada
100 g de azúcar
3 yemas
40 g de maicena
1/2 l de leche
250 g de mermelada de albaricoque
2 limones
2 manzanas Golden
Tartaleta:
Se extiende la masa en un molde redondo. Se pone encima papel de horno y los garbanzos encima del papel para que la masa no suba. Se mete a horno fuerte –190º C– unos 15 minutos aproximadamente.
Crema:
Se mezclan el azúcar, la maizena con un poco de leche fría y las yemas. Se añade el resto de la leche caliente, se pone al fuego y se cuece unos minutos.
Glaseado de albaricoque:
Se pone la mermelada en un recipiente al fuego con el zumo de limón y un poco de agua si la mermelada es muy espesa. Cuando hierve se retira y se cuela.
Tarta:
Se rellena la tartaleta con la crema no muy caliente; se cubre a continuación con la manzana partida en lonchas finas, se espolvorea con una cucharada de azúcar y se vuelve al horno 15 minutos más.
Cuando se saca, se pinta con glaseado de albaricoque.
Se puede sustituir la crema por puré de manzana, cociendo 4 manzanas con 100 g de azúcar.
Si se cuece todo junto, es más fácil que la masa quede cruda, por eso compensa hacerlo así, con cocción previa de la tartaleta
Saber estar en la mesa
Sentarse bien en la silla con la espalda recta.
Antes de servirse agua o pan, ofrecer siempre primero a los demás.
Esperar para empezar a comer a que todos tengan su comida en el plato.
No hablar con la boca llena.
Masticar con la boca cerrada y sin hacer ruído.
No levantarse de la mesa hasta que hayan terminado todos de comer.
Cada uno lleva su plato, vaso y cubiertos al fregadero para lavar.
REGALA EXPERIENCIAS
Palabras de los padres cuando me iba: Hemos llenado la mañana sin que los niños se peleasen. Nos lo hemos pasado muy bien, hemos aprendido mucho y encima hemos comido genial. ¡Estaba todo buenísimo!
Fuente: este post proviene de El rincon de la cerdita, donde puedes consultar el contenido original.
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