Estás ahí, te mueves y mueves mi tripita, es como una ola que viene y va.
Todos los días a la misma hora, esta es tu hora de baile y a mí me encanta porque es mi hora preferida.
Solo me invade la pena de que tu padre no puede sentirte y no está aquí con nosotras estos días.
Pero yo se lo cuento.
El primer día me asustaste, no parabas y movías ligeramente mi barriga, en la parte de abajo en el costado derecho. El segundo día fueron dos momentos mañana y noche pero hoy…hoy te he sentido todo el día y no sé cómo explicarte lo que siento.
Os dejo, tengo una cita con India.