Es la anomalía genital más comúnmente identificada al nacimiento. Las causas siguen siendo pocos claras. Hay datos suficientes que muestran convincentemente que la retención testicular en un sitio diferente de la bolsa escrotal después del primer año de vida, disminuye el número de células germinales, y cuando la retención permanece pasada la pubertad resulta en un alto riesgo de presentar cáncer TESTICULAR, entre un 5-10%.
La evaluación de esta condición clínica es parte de la atención pediátrica general. Por lo tanto, los niños con Criptorquidea son habitualmente identificados de manera temprana; antes del año de vida. La visita del niño al sexto mes de vida a revisión pediátrica es importante, dado que si la Criptorquidea persiste a esta edad, debe ser derivado a cirugía/urología infantil.
En los prematuros puede esperarse un descenso más tardío. Si la Criptorquidea no se corrige a los 6 meses de vida, se debe referir el niño a los 12-15 meses a cirugía/urología infantil. El bajo peso al nacer está asociado al criptorquidismo e hipospadias de manera significativa. El criptorquidismo se encuentra asociado con el consumo diario de por lo menos una bebida alcohólica por parte de la madre, sobre todo cuando se da entre la quinta y séptima semana de gestación.
Un recién nacido con testículos no palpables bilaterales debe ser evaluado para detectar un trastorno del desarrollo sexual y no debe ser circuncidado hasta que se establezca el diagnóstico definitivo. Incluso si el pene es normal está justificada la evaluación diagnostica. El testículo no descendido debe ser tratado quirúrgicamente. En la Criptorquidea bilateral que no se corrige antes de la pubertad, las posibilidades de paternidad son muy bajas. Todo niño debe ser evaluado al nacer y en cada control pediátrico para hacer el diagnostico precoz y evitar complicacones posteriores.
Fuente: Dra. Inés Ortiz Alemán.
La Dra. Inés es Puericoltora-pediatra y forma parte de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría Capítulo Trujillo.