Antes de nada quería pediros disculpas por no haber actualizado el blog desde hace más de una semana. Ha sido una razón de peso la que me ha llevado a ello. Y es que en casa hemos vivido uno de los acontecimientos más importantes en la vida de un niño, la Primera Comunión. Laura desde el principio ha estado muy ilusionada con este momento, y para mí eso era suficiente para intentar estar a la altura de las circunstancias. Una vez tenemos fecha empiezan los quebraderos de cabeza, elección del vestido, elección del restaurante, elección del menú, elección de fotógrafo/a, y demás detalles...pero si ésto ya de por sí es bastante complicado, añádele que la mamá ha decidido que la mesa dulce de su hija sea la mejor que pueda tener (claro que dentro de las posibilidades de la mamá que tampoco es una maestra en el asunto).
14 de enero de 2014, Laura ya tiene su vestido, y le queda precioso. Lo adquirimos en Tiendas Joana de Almuñécar.
15 de enero de 2014, ya tenemos restaurante. El restaurante Los Moriscos del Club de Golf del mismo nombre de Playa Granada es un referente en la Costa Tropical, están especializados en eventos y reuniones y pensamos que no nos defraudarían, y así ha sido.....todo salió perfecto.
4 de abril de 2014, elección del menú. Una mala elección del menú, pese a ser un restaurante de calidad, puede ser suficiente para fracasar, por lo que es un punto importante la elección del menú, anteponiendo los gustos personales a los de la mayoría de la gente. A día de hoy me alegro de haber hecho una muy buena elección, todo estuvo genial.
25 de abril de 2014: sesión de fotos de Laura. Laura está guapísima, se come la cámara, le encantan que la fotografíen y la estupenda fotógrafa Alicia Soblechero sabe captar a la perfección la personalidad de la niña.
La mamá además de ésto tiene entre manos su proyecto personal. Pinterest es una nido de ideas geniales, desde el principio tuve claro que la mesa dulce o candy buffet de Laura estaría montada sobre un fondo rústico vintage. Aún tenemos tableros y palets de nuestra época de constructores. Por lo que elegí algunos y comenzamos el trabajo de cortar, lijar y pintar. Reciclamos una caja de queso de madera. dos cajas de vino, compré una caja de frutas antigua en el mercadillo....todo lo pintamos del mismo color. La ventaja de que todo sea rústico es que no hay que esmerarse mucho en pintar...Ya estaba el fondo listo.
Ahora a comenzar con los detalles de la mesa y los regalos a los invitados. Tenía claro de que todo iba a ser artesano y comestible...
La primera idea que me vino a la cabeza para regalar eran unos botecitos de chuches con un tapetito de crochet en la tapa. Hasta ahora el crochet no entra dentro de mis inquietudes, por lo que había que involucrar a las abuelas de la niña en proyecto....y ellas encantadas. El resultado ha sido un detalle que ha encantado a los invitados, y además rellenos de mini nubes rosas y blancas.
Otro detalle para regalar a los invitados iba a ser una galleta en su cajita. Compré las cajitas en Selfpackaging, y las tuneé para personalizarlas. La galleta lleva la base de glasa y después una mini Laura en fondant.
Otro de los regalos para entregar a los invitados, junto con las chuches, las galletas y el recordatorio fotográfico, fueron unos merenguitos en unas preciosas cajitas que compré en Retif. También los merenguitos formaron parte de la mesa dulce.
Y como todos estos regalos no se los iban a llevar los invitados en la mano decidí decorar unas bolsas de papel kraft con la técnica del scrap ( a la que me estoy enganchando).
Y si volvemos con la mesa dulce tendremos que tener una tarta. En este caso me decidí por una tarta bien simple, con unas hortensias, dos mariposas y una cruz. Los dos primeros pisos son de dummies, siendo de bizcocho sólo el último piso, ya que para adultos el restaurante ponía Tarta San Marcos de postre.
La tarta, junto con la guirnalda presidían la mesa. La guirnalda la hice con unas blondas rosas de lunares blancos y una blonda blanca, las letras son metálicas y fueron regalo de las hermanas Fernandez Villarán, que se han convertido en parte de nuestra familia y querían estar de alguna manera presentes en la Comunión de Laura.
Las galletas para los niños las hice en papel de azúcar que pedí a Pilar del blog Tartas y nubes de azúcar.
Además de las galletas, en la mesa también había cake pops dentro de dos hueveras y en un macetero. Y unos cupcakes en un soporte precioso que compré en la Ferretería Jama de Almería, algunos cubiertos de fondant y otros de buttercream de vainilla.
La mesa también llevaba macarons, unos botes con chuches grandes y unos conos para que los niños se sirvieran sus chuches. Y chocolatinas. Además de una fofucha personalizada que le hizo mi amiga Maria José.
Pero no fue la única fofucha también le regalaron otra Begoña, Paloma, Pimpo y Ana Fernández Villarán Rezola, y también personalizada. Ésta presidió la mesa de niños en el restaurante. También Begoña preparó las letras en galleta de su nombre, que se rifaban los niños.
Con los restos de puntillas y telas que me sobraron de decorar las bolsas se me ocurrió convertir botellas y botes en improvisados jarrones para decorar la mesa. Me encanta como quedaron.
En definitiva, el día fue perfecto, Laura cumplió su sueño. Fue feliz durante la ceremonia religiosa donde tomó su primera comunión y después disfruto con sus amigas y familiares de un día precioso, que sin duda le quedará para el recuerdo durante el resto de su vida.
Lidia.