En este artículo, agrupamos consejos como, por ejemplo, utilizar almacenamiento versátil, una cuna convertible y usar un estilo clásico.
1. Dormitorio de bebé con cuna convertible. Si queremos una camita de bebé que nos dure mucho tiempo, lo ideal es adquirir una cuna convertible que permita cambiar la altura del colchón desde una posición elevada (que será la que usemos con el recién nacido), a una posición más baja, para aquellos niños que ya se ponen de pie. Para cuando sean ya un poco mayorcitos, con una cuna de lateral extraíble, entrar y salir por sí solos no será ningún problema. Con el paso del tiempo, la cuna convertible puede pasar a usarse como un pequeño sofá.
2. Mucho espacio de almacenaje. Cuando tenemos un bebé en casa, guardar todo a mano, nos evita tener que buscar lo que necesitamos durante el cambio de pañal. Recipientes y bolsas en la pared, sobre el cambiador y siempre lejos del alcance del bebé, pero a mano. Cuando nuestro hijo crezca, podemos colocar ese mismo armario o estantería en el suelo, de esta forma el niño puede guardar sus juguetes.
3. Un dormitorio de bebé, cómodo. Que la habitación de nuestro pequeño sea cómoda es esencial. Si tenemos espacio, tener un sillón para dar de comer y arrullar al bebé antes de meterlo en la cama, es una opción perfecta. Una mesa auxiliar para el bebé que es en realidad un taburete infantil nos ahorrará mucho espacio.
4. Cuidamos la iluminación en el dormitorio de bebé. Una iluminación suave, nos permite ver todo lo que necesitamos sin esforzarnos ni despertar al bebé. Más adelante, este tipo de lámparas ayudará a nuestro hijo a vestirse.
Con estos consejos, conseguiremos estirar al máximo un presupuesto ajustado.
Buen día a tod@s!!
Nota: fotos vía Ikea.
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