Yo sí. Lo reconozco. He planeado mini salidas, vacaciones, visitas a lugares maravillosos ( por maravillosos no me refiero a nada inalcanzable, sino lugares como las Fraguas do Eume, visitar Mérida,… y después de tanto planificar … ¡sorpresa! lo que pensastes que era un gran descubrimiento para tu hija, es una gran decepción.
Frase literal de mi hija de 6 años la semana pasada esto no me gusta nada ¿ Cuándo nos vamos?.
Después de una semana de vacaciones he descubierto nuestro error, lo que a nosotros en nuestra infancia nos parecieron sitios increibles y de los que guardas mil y un recuerdos, no lo son para nuestros hijos. O no lo son al mismo nivel.
No estábamos expuestos a tanta información, a tantos medios, cualquier viaje era toda una aventura para descubrir hechos y lugares que de otra manera no conoceríamos.
Ahora analizándolo todo con tranquilidad y en casa, se que la solución habría sido involucrar a la peque más en la planificación. Pero ¿ cómo arreglarlo cuando ya estás en el lugar en cuestión?
En primer lugar explicarle que desde el cariño hemos planeado esas vacaciones para disfrutarlas juntos en familia y pasarlo bien. Explicarle en detalle qué planeamos hacer, que nos de su opinión y que harían ellos para mejorarlas en ese momento.
Resultado, visitamos Mérida, eso sí, reducimos un poco las visitas monumentales, mamá hizo un poco el payaso en el anfiteatro con la peque ( jugó a ser una leona que se comia a una mamá romana, me lo tengo merecido por no preguntar más a mi peque) mientras papá sacaba muchas fotos interesantes y terminamos sentados en el suelo en el puente romano comiéndonos un helado.
Lo que empezó siendo una planificación desafortunada terminó en una estupenda tarde de primavera disfrutando de Mérida y sus helados.
Ahora ya estamos planificando la próxima escapada con su pequeña pero útil opinión.