La casa donde nos alojamos en Toscana bien merece un post enterito para ella sola. Aunque te iré contando paso paso todos los lugares que visitamos por la zona, lo cierto es que cada vez tengo más claro que alojarse con airbnb es asegurarse unas vacaciones perfectas por varios motivos.
Cuando te planteas unas vacaciones con niños y no quieres arruinarte para todo el año, alquilar una casa puede ser una de las mejores opciones. Piénsalo, si vas a un hotel tendrás que elegirlo en una ciudad ya que muchos pueblecitos de la Toscana no tienen demasiada oferta hotelera. Ir a un hotel no deja de ser una habitación con baño y nada más, el resto de servicios siempre serán comunes al resto de clientes del hotel. Eso si es bueno, y ya sabes: bueno y bonito, nunca suele ser barato. Si además decides reservar a pensión completa, estarás más atado en cuestión de horarios.
A cambio, alojarte en una casa tiene una serie de beneficios que he ido descubriendo en otros lugares como París, Londres o el Algarve y que ahora he constatado en Toscana.
1- Se trata de una casa completa, no de una habitación. En nuestro caso, además de dos habitaciones y salón-cocina, teníamos un jardín con barbacoa y una piscina a pocos metros para los clientes de la urbanización.
2- Estaba mucho mejor situada que muchos hoteles de la zona.
3- Si vas en coche, el aparcamiento no suele ser un problema.
4- Te garantizas libertad de horarios para todo. Desayunos, comidas, cenas etc… tú marcas el ritmo, no el hotel.
5- El precio suele ser más barato por lo que alojarte fuera de España en una de estas casas, te permite estancias más largas. Haz números y verás.
6- Y lo más importante para mí. La independencia. En este Roadtrip (Provenza, Toscana y Riviera francesa) que hemos hecho, nos hemos alojado en todo tipo de sitios; hoteles, casas y apartamentos. Pero me quedo con las casas sin lugar a dudas.
Pero no me enrollo y te enseño la casita que supongo que es lo quieres ver ¿no?
“La casa del Poggio” estaba situada en una zona totalmente rural. Entre viñedos. A unos 12 km de Arezzo y más o menos 20km de Cortona (en donde se rodó “Bajo el sol de la Toscana). Francesco, nuestro anfitrión (así es como se conoce en airbnb a los dueños de las casas), nos recibía para enseñarnos la casa y traernos de paso unas cuantas viandas de la zona. Un vino, una botella de aceite de oliva, unos albaricoques de sus árboles, un melón, miel y mermelada. Así que como os podéis imaginar, el recibimiento no pudo ser mejor.
La casa constaba de un salón muy amplio con cocina, comedor y zona de estar. Dos habitaciones y un cuarto de baño. Además, pudimos disfrutar de un amplio jardín con barbacoa para cenar a la luz de las velas. Nosotros queríamos un ambiente puramente italiano y estar en una zona rodeados de viñedos y campos de girasoles tan típicos en la Toscana. Y ¡Bingo!
El apartamento estaba muy bien decorado y aunque la cocina era moderna, el resto de las estancias mezclaban detalles actuales con piezas antiguas.
Pero mención a parte merece Francesco. Ya os he contado que nos recibió con todos los honores pero es que además, estuvo pendiente de nosotros durante toda la estancia enviándonos wasaps para preguntarnos qué tal el día o darnos indicaciones sobre los mejores lugares para hacer fotografías de los preciosos valles toscanos. Él vive en otra localidad a muy pocos kilómetros de la casa y conoce perfectamente la zona por lo que sus consejos fueron muy valiosos para nosotros.
La experiencia fue magnífica, una vez más, acertamos con la ubicación y el alojamiento, algo que no ocurrió en otros lugares del roadtrip (y de lo que te hablaré más adelante)
Feliz semana!
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