El juego y los materiales en la pedagogía Waldorf
Sin duda uno de los aspectos que más me llama la atención de la pedagogía Waldorf es el valor que se le da al juego. Desde esta propuesta pedagógica se trata con sumo respeto y cuidado este proceso tan importante de la infancia, ya que se considera el principal vehículo de aprendizaje para los niños y niñas. Es por ello que se cuida con esmero los materiales que acompañan el juego. Es difícil permanecer ajenas a un material de inspiración Waldof. Por todas es conocido, su belleza, la estética tan cuidada, el colorido, los materiales con los que están fabricados. Con solo verlos, invitan al juego, a crear escenarios, a construir, a imaginar…
Los materiales Waldorf tienen la característica de ser poco estructurados, y es por este motivo que invitan al juego libre. En su mayoría, no tienen una finalidad es sí misma, sino que un mismo material puede ser tantas cosas como el niño o niña quiera. Sus posibilidades de juego, manipulación y exploración son infinitas. Son juguetes que están fabricados de manera artesanal, con materiales naturales que respetan la naturaleza y de buena calidad. Son evolutivos ya que crecen con los niños y las niñas y se van adaptando a las diferentes etapas del juego infantil. Son materiales bellos, y no cabe duda que la belleza fomenta el aprendizaje, ya que por si misma invita al juego y a la exploración.
Sobran los motivos para que en nuestro ambiente educativo, ya sea en casa o en la escuela, tengamos presente algunos materiales de inspiración Waldorf.
Nuestros imprescindibles Waldorf
En casa tenemos varios de estos materiales. Uno de ellos es un clásico que no puede faltar en un ambiente de inspiración Waldrorf. Es el Arcoíris de Grimms, quizás uno de los materiales más conocidos y con más posibilidades de juego.
Se lo regalamos a la pequeña cuando cumplió un año y es ahora cuando está empezando a sacarle más partido. Hace tiempo participamos en el RETO que organizó el blog de Criando Monetes y puedes ver todas las cosas que creamos con él. Es ideal para el juego simbólico, la creación de minimundos, las construcciones, la discriminación de colores, de tamaños, el desarrollo de la creatividad, imaginación, ordenación, seriación… como verás tiene un sin fin de posibilidades de juego.
Otro de nuestros materiales imprescindibles es el Árbol musical, sin duda un regalo para nuestros oídos, ya que la melodía de las bolas al caer es embaucadora y para nuestra vista, porque su belleza no te deja indiferente. Es un material con una estética muy cuidada que contribuye al desarrollo de la percepción auditiva y visual, a interiorizar la escala musical, la gama cromática, y a introducir al niño y la niña en el mundo musical, del ritmo…A mi peque le encanta!
Otro clásico que nos acompaña en nuestros juegos son los Nins, esas pequeñas personitas sin caras, sin sexo, sin rasgos distintivos, muy poco definidas que pueden ser lo que el niño o la niña quiere que sean. Son ideales para complementar el Arcoíris ya que comparte la misma gama cromática de colores, la creación de minimundos, para trabajar los primeros conceptos matemáticos, acompañar el juego simbólico. Además podemos complementarlos con otros materiales para ampliar sus posibilidades de juego y dar rienda suelta a la creatividad y la imaginación
Estos son materiales en los que, por el momento, he considerado necesario invertir un poquito más, porque creo que contribuyen al juego de calidad y en libertad, al desarrollo sensorial, la apreciación de lo estético, lo natural, lo bello, la imaginación, a la creatividad, la imitación , la comprensión del mundo, entre otras muchas cosas, difíciles de lograr con otros materiales. En definitiva, contribuyen al desarrollo integral del niño y la niña, respetan las etapas evolutivas y el rimo de cada niño y niña. Mucho más que juegos son acompañantes de vivencias, de crecimiento que se adaptan a las necesidades de los niños y niñas.
Soy de las que piensan ,que los niños y niñas invierten mucho tiempo en jugar y como adultos deberíamos darle la importancia que merece este proceso e invertir de la misma forma en él, en todos los sentidos.
3 materiales DIY de inspiración Waldorf
Sin embargo también soy de las que suele hacer sus propios juguetes artesanales. Nunca son como los originales, pero también guardan su esencia. Con ellos transmitimos el valor del reciclaje, del aprovechamiento de los recursos, de la importancia de lo artesanal, del esmero que hay detrás de lo hecho a mano. Y sobre del disfrute y el amor que pone la persona que elabora un juguete o material. Yo me compraría todos los materiales Waldorf del mundo, pero mi bolsillo no opina lo mismo, así que también hay otros que nos hemos hecho en casa y que están inspirados en esta pedagogía. En el post de hoy quiero mostrarte estos tres juguetes que tú misma puedes elaborar en casa, aunque ahora mismo estoy elaborando unos cuantos más, que si me sigues por redes sociales he ido mostrando.
Cintas de viento
Las cintas de viento o cometas de viento son un material de juego de inspiración Walforf que nos encanta. Fomentan la creatividad, el movimiento libre, la coordinación, el equilibrio. Nos encanta agitarlas cuando bailamos o cuando salimos a la calle y se mueven al son del viento. Es un material que sin duda invita al movimiento y al juego libre.
Para hacerlas tan solo necesitas una anilla y un metro de cinta de los colores que elijas. Yo opté por los colores del arcoíris, aunque puedes darle la tonalidad que desees. Tan solo tendrás que doblar las cintas a la mitad y anudarlos a la anilla. Una variante para los bebés es utilizar cintas más finas y más cortas para que puedan cogerlas con sus manitas. También podemos incluir un cascabel para escuchar su tintineo al son del movimiento.
Carretes
Para realiza esos carretes me he inspirado en los originales de madera de Grapats. Pero estos son un poco más grandes y están hechos de cartón. Tenía muchos rollos de papel higiénico guardados y fue la forma de darles salida. Al compartir la gama de colores del Arcoíris es un complemento perfecto para éste. También es un juego de construcción, favorecen el juego libre, la motricidad, el equilibrio, la coordinación óculo manual, la agrupación por colores, tamaños, la clasificación, la seriación… Es un material fácil, barato y con muchas posibilidades de juego que nos acompaña en muchos momentos.
Para hacerlo tan solo necesitas tubos de cartón. Yo he utilizado los rollos de papel higiénico y los de papel de cocina. Es interesante combinar diferentes tamaños y grosores. A continuación tomamos la medida de un círculo y tapamos cada uno de los orificios, para hacer la base. Ya solo nos queda pintar con colores que se asemejen a los colores que utiliza la pedagogía Waldorf.
Semicírculos Arcoíris
Los semicírculos son un complemento ideal para el Arcoíris. Es un material compuesto por 11 piezas que, si los combinamos entre sí, presentan infinidad de posibilidades para realizar construcciones, en diferentes niveles, casitas, cuevas… Utilizado de forma independiente puede servir para realizar diferentes construcciones y composiciones planas, puzzles, clasificar colores…
Para realizarlos he utilizado un cartón de doble capa, para que fuera un poco más resistente. He tomado como medida cada uno de los arcos del Arcoíris grande y he recortado el semicírculo resultante. A continuación he pintado cada uno de los semicírculos asemejando el color a los del Arcoíris.
Como ves, hemos mantenido la esencia de la pedagogía utilizando materiales respetuosos como el cartón, y aprovechando los recursos que teníamos por casa. He empezado a fabricar otro tipo de materiales utilizando la madera, que ya te enseño otro día.
Espero que te hayan gustado las propuestas y si te animas a hacer alguna de ellas cuentamelo!
Abrazos amorosos
Ana Isa <3