45 días de confinamiento

Confinamiento


Chicas, espero leeros esto dentro de unos años y recordarlo todo como uno de esos sueños raros, como algo que nos enseñó a valorar de verdad lo que teníamos y nos hizo más fuertes y mejores personas. Espero que para aquel entonces hayamos superado todo esto y las heridas emocionales, sociales y económicas que sin duda esta experiencia nos dejará, hayan curado dentro de la medida de lo posible.

El Coronavirus nos ha traído muchas cosas tristes, pero también muchos momentos alegres y cosas positivas. El confinamiento llegó muy poco después de la mudanza a la cosa nueva, así que nos pilló sin sofá, sin internet y sin muchas otras cosas. Pero afortunadamente pudimos disfrutar de mucho más espacio en el que divertirnos y una terraza estupenda que nos permitía disfrutar del exterior. (En aquellos días quien tenía una terraza tenía un tesoro, y los que tenían jardín eran los dueños del mundo).

Durante los primeros días del confinamiento, mamá seguía saliendo a trabajar pero tenía miedo. Se sintió muy aliviada el día que supo que por fin no tendría que salir más. Fueron unos días de jugar mucho, hacer manualidades y bizcochos, y disfrutarnos, disfrutarnos mucho y muy bien. Tú, Olivia, pintaste todo lo pintable. Decenas de dibujos. En aquellos días fue uno de tus pasatiempos favoritos. Y descubriste las películas. Vimos Matilda durante días y días, te encantaba. Te convertiste en fan de Harry Potter y soñaste con Hook. Fueron sin duda, tus favoritas.

Y Telma, tú, comenzaste a dar tus primeros pasos durante el confinamiento. Durante esos días cumpliste tu primer año y tu capacidad de comunicarte y de entendernos evolucionó muchísimo. Comenzaste a señalar lo que querías y a sacar ese carácter tan tuyo.

Durante esos 45 días que permanecisteis sin salir de casa nos enseñásteis mucho. Tuvisteis una paciencia asombrosa y un comportamiento increíble (con sus más y sus menos, claro). Os adaptasteis a la situación perfectamente. Telma, tú eras muy pequeña y menos consciente, pero tú Olivia, hablabas de las cosas que haríamos cuando “se fuese la Coronavirus” como tu decías. Hablabas de ir a Burgos a ver a los abuelos o a casa de los primos a celebrar el cumple de Alex. “Cuando se vaya la Coronavirus voy a ir a coger una flores para dártelas, mamá”, decías.

En esos días aprendimos mucho de vosotras. Los besos, abrazos y te quieros estaban a la orden del día. Me encantaba poder veros al despertar, deciros buenos días y preguntaros si habíais soñado cosas bonitas. Me encantaba dormirme abrazada a vosotras y despertar del mismo modo. Disfrutar del tiempo, de todo ese tiempo que en condiciones normales se nos escapa entre los dedos. De todo ese tiempo que no tenemos y que aquel confinamiento nos había regalado. 

Los horarios y rutinas eran un poco caos. Pero en comparación con el caos mundial que estábamos viviendo, tampoco estaban tan mal. Nuestro caos nos iba bien, y aunque a veces todo era un poco agotador y estrenaste, estábamos juntos y todos estábamos bien, así que valorarlo nos daba ánimos para seguir.

Después de 45 días en casa pudimos comenzar a salir. Olivia, comenzaste a andar con la bici, el patinete ¡no veas cómo lo disfrutabas!. Y Telma, cada vez que salías a la calle te emocionabas. Te encantaba dar pasitos y andabas un montón (de momento, de la mano). Llevábamos mascarilla y no podíamos tocar nada (lo hacíais genial). Tampoco podíamos acercarnos a otros niños ni hablar con otros papás, pero no nos hacía falta, nos teníamos a nosotros. Era “la nueva realidad” de la que todo el mundo hablaba.

Hace solo un par de semanas que comenzamos a poder salir y no tengo claro que todo el mundo lo esté haciendo del todo bien. Tengo miedo de que todo vuelva a empezar y pase más tiempo sin poder ver a los abuelos. No me gustaría perderme esas vacaciones tan deseadas que tanto queremos compartir con ellos y que disfrutaremos y valoraremos más que nunca.

Esto no ha acabado de momento, se supone que es el principio del fin. Espero poder volver a escribiros pronto para deciros que efectivamente era así, que lo vencimos todos juntos y pudimos volver a salir sin miedo.

Fuente: este post proviene de Una mamá del montón, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?

Esta idea proviene de:

Y estas son sus últimas ideas publicadas:

Recomendamos

Relacionado

Escuela de padres Ser padres Crianza ...

Educar en la calma antes de esta crisis sanitaria del coronavirus no era nada sencillo. Todos corríamos de aquí para allí. Todos, con nuestras vidas desenfrenadas y desbocadas. Niños con agendas repletas sin tiempo para aburrirse y, consecuentemente, sin poder aprender a tolerar ese malestar que produce no el saber qué hacer. Todo era inmediato, urgente, impostergable. Y quienes apostábamos por f ...

psicólogos

Estos días estamos viviendo una  situación impresionante y nueva para todos. Buscamos información y consejos para enfrentarnos de la mejor posible al estado de confinamiento que se declaro hace unos días por el coronavirus. Circulan por la red numerosos artículos, guías o listas que nos dan ideas o nos ayudan a identificar situaciones , emociones y formas de afrontar y organizar nuestras vivencias ...

futura mama novata puerperio

Cómo bebé no te puedo explicar lo que estoy viviendo, demasiados cambios después de casi 9 meses dentro de mama, pero como mama novata sí que te puedo decir que esto NO es lo que esperaba ni lo que te cuentan. En casa, cosas necesarias y no tanto que estamos utilizando. Nosotros estamos durmiendo con bebé en la cama, en un nido colecho, como mi parto termino en cesárea, es lo más cómodo con difere ...