Escribo estas líneas dedicadas a esos padres que están cuidando de la mejor forma posible a sus hijos y pueden tener dudas o les pueda venir bien estos comentarios para entenderse y entender a sus hijos. No sólo es cuestión de paciencia, ayuda también la comprensión.
¿Qué le cuento?
Explícale a tu hijo qué es el coronavirus, esa palabra que escuchó hace un tiempo en el colegio ,y ahora no para de escucharla en su casa, en las noticias y conversaciones . Si te ayuda, existen vídeos por la red adaptados para ellos con un lenguaje y comprensión propios de su edad.Informale de por qué hay que estar en casa. Importante no ser alarmista y crear miedos incensarios. Seguramente ha escuchado sin que te hayas dado cuenta alguna noticia en la televisión o ha visto alguna imagen que le ha impactado y está dándole vueltas en su cabecita.
También puede haber escuchado alguna conversación por teléfono o entre sus padres que la haya entendido a su manera. ¡ Y de qué manera a veces la entienden! Por eso ir comentándole como van las cosas y qué piensa es una forma de identificar pensamientos negativos y fantasiosos que pueden provocar angustia y temores en ellos.
Como la situación se está alargando hay que ir refrescando y sacando el tema por que puede ser que ellos a medida que avance tenga más incertidumbre o surjan preguntas nuevas. Exactamente igual que los adultos.
¿Cómo se lo cuento?
Habla a tus hijos en momentos en los que te veas que estás más preparado para hacerlo. Cuídate tú para poder cuidarles a ellos .Durante estos días se viven situaciones y emociones que son como una montaña rusa, noticias que impactan y crean temor, bien de salud o de temas económicos. Esto conlleva que uno se angustie en algunos momentos y sea más difícil hablar. No corras, hay tiempo. Y siempre es mejor hacerlo más tarde y más tranquilo.
Los padres son un espejo para sus hijos. Si cuando hablas de la situación con tu pareja o familiar lo haces con angustia, si te sobreinformas y pasas mucho tiempo con el tema, si es así…no puedes transmitir calma.
La idea no es ser un superhéroe para tus hijos, que nunca tiene miedo y siempre es fuerte. La idea es ser un ejemplo de estar preocupado en algunos momentos, ser lo más realista posible y no tremendista. Tampoco negador e intentar que todo el días estén disfrutando y ocupados. Tarea que desgasta y que no es beneficiosa.
Para la descarga emocional del adulto y estar más preparado para la convivencia es importante tener en el día algún rato de intimidad, hacer ejercicio y distraerte. Durante el día guárdate tiempo para hacer cosas tuyas. No intentes pasar todo tu tiempo libre con toda la familia, es imposible que os guste lo mismo todo el tiempo.
Coge fuerzas y estarás mas preparado para transmitir calma.
La importancia de la comunicación
Al igual que es importante la comunicación dentro de casa con ellos, también lo es la comunicación con el exterior. Les ayuda ver y escuchar a otros familiares y comprobar que las cosas van bien, les da seguridad.Si puedes facilitales la comunicación diaria con algún familiar y con algún amigo.Del exterior también es bueno contarles y que vean lo positivo de quedarse en casa.Como hay gente que se está curando y que gracias a su esfuerzo es parte de la recuperación. Consigue que formen parte del esfuerzo y de los resultados positivos que se vayan obteniendo. Les motivara y ayudará en los momentos más difíciles. Tener una finalidad ayuda.
Los retos de la rutina
La rutina diaria beneficia por varios motivos. El primero , ayuda a organizar el día y las tareas que son obligatorias y necesarias para nuestra cabeza y cuerpo.El segundo, es el reto que supone enfrentarse a la rutina, el tener que adaptarte a lo que toca en ese momento aunque no te apetezca mucho, ayuda a equilibrar nuestras cabezas. Si haces todo el día lo que te apetece hacer, lo que en un principio te lleva al disfrute termina por saciarte y aparece el aburrimiento o apatía.
Tener los tiempos limitados hace que valores el principio y fin de una actividad. Por este motivo es bueno diferenciar. Por ejemplo en las comidas variar algunas para fin de semana y otras entre semana. En la ropa, cambiarse según la actividad. Distinguir actividades , y variarlas según momentos del día o de la semana.
Todo esto no significa, que no exista la espontaneidad y de pronto aparezca algo no previsto o se altere la rutina. Bienvenida sea la sorpresa.
Ser permisivos con las normas
Intenta ser tolerante con aspectos que antes no permitías, puede ser más beneficioso en estos momentos que lo que pueda perjudicar ahora y en un futuro. Antes igual les pedías que no saltasen en la cama, por ejemplo. Ahora que salten un rato entendido como un desfogue para ellos y una regañina menos por tu parte es más beneficioso.No merece la pena desgastarse emocionalmente en todas las batallas que ocurren en casa en un día, selecciona en cuales merece la pena , principalmente por la gravedad del asunto. Ser algo más permisivo con los horarios en algunos momentos, con el tipo de juegos o actividad dentro de la casa, o con las tareas escolares son ejemplos.
No te sientas culpable ni tengas miedo a bajar el listón con algunas normas , tú también estas sufriendo lo tuyo y capeando tus emociones. Si tú te encuentras menos estresado y enfadado, estás más preparado para seguir educando y protegiendo estos días a tus hijos.
Aprovechar las emociones
No te asustes ni evites determinadas emociones de malestar en tí y en tus hijos. Son reflejo de la situación y de los cambios que experimentamos en nuestra vida diaria. Antes de vivir esta situación ni tú, ni tu hijo estabais siempre con el mismo ánimo. Ahora no puede ser distinto.Con esto lo que quiero decir es que no te asustes por él ni pienses que lo estás haciendo mal por ejemplo si se aburre. El aburrimiento puede ser fuente de creatividad, y el niño crece emocionalmente cuando es capaz de buscar juegos para cambiar su estado de forma independiente.
Igual que puede haber momentos o algún día que pueda tener más miedo. Es una reacción natural a lo que está viviendo. Quizá necesite ese día un poco más de afecto y hablar más del tema.
Intenta ver las emociones como un termómetro. Cuando varían mucho de lo que suele ser normal en tu hijo te está diciendo que algo no marcha bien. Si está más angustiado pregúntate por que puede ser y busca la solución. A veces , puede ser tan sencillo como haber dormido mal. Otras no lo es tanto y no es capaz de averiguarlo por que el niño tampoco es consciente.
Nuestras casas estos días son como un barco. Estamos juntos, aislados del exterior y avanzando para llegar al mismo sitio. Cada uno en la familia tiene un rol y todos son importantes. Es necesario el capitán y el marinero, todos aportan sin darse cuenta muchas veces.
Si en estos días observas en tu hijo cambios muy importantes y tienes dudas sobre si es algo normal y reactivo a la situación o puede ser un trastorno consulta a un especialista en psicología o a tu pediatra. Desde Psico3 estamos ofreciendo terapia online para poder aconsejar en estos momentos tan duros.
¡ ÁNIMO !