El primer año de vida de nuestro bebé es un año de constantes cambios en el que el niño irá desarrollándose de manera motora y cognitiva. Pasará de ser un bebé que realiza movimientos de manera involuntaria a controlar algunos de sus movimientos y sus músculos.
Su primer año destaca por su crecimiento que es bastante acelerado. El bebé, triplicará su peso y doblará su altura en comparación a su nacimiento. Experimentará un crecimiento que irá a un ritmo rápido durante los primeros meses e irá disminuyendo a una velocidad progresiva a medida que avanza el tiempo.Tenemos que recordar que cada niño es un mundo, y cada uno lleva su propio ritmo de desarrollo y crecimiento.
Alrededor de los cuatro meses, el bebé ya controlará un poquito sus músculos y será capaz de sentarse (siempre con apoyos), levantará la cabeza si le ponemos boca abajo, será capaz de seguir objetos con la mirada y rodará de un lado a otro sobre su tripita.
Los meses próximos se manifiestan algunos avances en su desarrollo físico:sentarse solo, sujetar el biberón, dormir de manera más regular, alcanzar objetos, gatear, mantener el equilibrio...
También llega la hora de dar sus primeros pasos. El niño ya tendrá fuerza suficiente en sus músculos y huesos para mantenerse de pie, intentando conseguir el equilibrio.
Como veis, este primer año está lleno de cambios para el peque: pasará de ser un bebé totalmente dependiente de mamá y papá a comenzar a valerse un poco por sí mismo y realizar movimientos de manera consciente y voluntaria.
Para ayudarles en su desarrollo, solo tenemos que mostrarles todo nuestro afecto y motivarles a que sigan aprendiendo.
¿Notaste los cambios en su primer año? ¿Cuál fue el más llamativo?
Fotos.Lisa Rosario Photography/flickr, Revista ScienceDaily