¿Y qué hacen los niños durante tantos días para no olvidar lo aprendido?
Para empezar, tenemos una muy buena noticia: lo que se ha prendido, no se olvida. Aunque pasemos muchos días de verano fuera de nuestra ciudad y sin recorrer el camino a nuestra casa, no lo olvidamos, ¿verdad? Con los contenidos escolares pasa lo mismo. Lo que se ha interiorizado queda grabado durante mucho tiempo (¿acaso no recordamos cosas de nuestra época escolar que no hemos vuelto a utilizar pero que en su día aprendimos?) y los contenidos accesorios o demasiado complejos se vuelven a trabajar año tras año.
Cuando las familias acuden preocupadas al colegio, podemos tranquilizarles enseguida: con ayuda de algunos consejos y sentido común conseguiremos que la época vacacional no solo no suponga una laguna de aprendizaje, sino que sirva para afianzar, trabajar y perfilar lo aprendido durante el curso.
1.- Aprovecha el verano para favorecer la actividad física de los niños: nadar, correr, pasear, practicar deportes, jugar al aire libre explorad entornos de movimiento menos frecuentes (jugar al fútbol en la arena de la playa, escalar en un rocódromo urbano, patinar por los parques, montar en bici por el campo, bailar en un centro cultural) y experimentad nuevas sensaciones.¿Preparados para conocer algunas ideas?
2.- Informaos de las actividades que se organizan para niños y niñas de forma gratuita en vuestras ciudades y utilizadlas como vía de ocio en familia low cost: cine de verano, cuentacuentos en las bibliotecas, concursos, gymkhanas, teatros infantiles Entra en la página web de tu ayuntamiento y averigua qué planes proponen para estas semanas. Será una actividad en familia que os permitirá relacionar muchas de las cosas que han aprendido con lo que han vivenciado.
3.- En las ciudades se organizan free tours o tours gratuitos, en los que muestran aspectos desconocidos o curiosos de la vida de los barrios, plazas o espacios. En su página web, https://www.freetour.com/es, puedes consultar los que existen en tu ciudad y de esa forma, conocer más acerca del lugar en el que vivís. Si os animáis y os lo preparáis bien, ¡podéis incluso organizar vuestro propio free tour! ¿No sería una experiencia genial?
4.- Implica a tus hijos e hijas en actividades cotidianas: hacer la compra, leer las facturas, cocinar, pintar una pared o buscar en el plano de autobús o metro en qué parada os bajáis. No solamente les estarás dando oportunidades de mejorar su autonomía, sino que les ayudarás a vivenciar conceptos relacionados con las operaciones, las cantidades, las monedas, la orientación espacial, la lectura Si tus hijos e hijas aún son muy pequeños no te preocupes, también pensamos en eso. En la red puedes encontrar numerosas actividades, como las de “Vida práctica Montessori”, que permiten que desde los 2 años, tu hijo/a pueda participar en la vida diaria de la casa. ¿No te lo imaginas? Aquí tienes algunas sugerencias: http://www.pequefelicidad.com/2015/12/empezar-con-montessori-30-ideas-de.html
5.- No dejes de leer en casa. Léeles en voz alta, compra revistas o periódicos, suscríbete a alguna publicación infantil o visita la biblioteca. Es el momento de que los niños comprueben que la lectura no es algo ligado al ámbito escolar, sino una fuente de conocimiento y disfrute. Interésate por sus gustos, regálales algún libro y pregúntales qué les está pareciendo mientras lo leen. Si aún no han aprendido, léeles algo que le interese y comentadlo luego.
6.- Haced juegos y actividades en familia que os permitan mejorar hábitos (como los relacionados con la alimentación o el sueño). Haced una pizza casera, amasad bizcochos, construid un comedero de pajaritos, jugad a un juego de mesa, practicad posturas de yoga o aprended a moveros en transporte público por el barrio. Eso os permitirá, con tiempo y paciencia, dedicarle tiempo a esas cosas en las que, durante el curso, no podemos detenernos demasiado, y prepararles para etapas posteriores con calidad.
7.- Aprovechad el tiempo, pero recordad que hay que descansar. Apúntate este lema: vida lenta. El tiempo de verano sirve para hacer muchas cosas, pero también es necesario parar, descansar, aburrirse, caminar despacio, levantarse un poco más tarde y dormir bien y permitirnos algunas licencias que durante el año no nos tomamos. Evitad las prisas, planificad bien el tiempo, respirad hondo y deteneos en los detalles (¿has probado a poner la mesa con tus hijos/as siendo consciente de cada aspecto? Elegir vajilla, poner unas flores, doblar las servilletas… ¡es una gran experiencia!). Recordad que lo importante es disfrutar, relajarse y respirar un poco del ajetreo del curso.
Con estos consejos y vuestra gran imaginación, ¡pasaréis un verano increíble!
¡Disfrutadlo y nos vemos en septiembre con las pilas cargadas!
Paula Sánchez Gil
Maestra Ed. Primaria
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