1. Olvida el teléfono
Silencia el teléfono y déjalo en la bolsa. Si oyes el sonido de un mensaje y vas a verlo es tiempo suficiente para que el peque se sumerja en el agua y no sepas donde está. Tampoco es necesario que lo dejes en casa, de hecho lo recomendable es llevar y con la batería llena por si fuera necesario hacer alguna llamada de emergencia.
2. No pierdas de vista a los niños.
Para que un niño de 5 ó 6 años se ahogue no es necesario más de 25-30 segundos. Los niños aún no son nadadores experimentados y necesitan supervisión constante. Esto quiere decir que algún adulto ha de estar cerca de ellos mientras están en el agua, incluso si están fuera, pero cerca del agua tendríamos que estar pendientes de ellos.
Para poder relajarnos un poco, el niño ha de ser capaz de nadar largas distancias y aún así es recomendable no perderlo de vista. Puede cansarse, quedar atrapado bajo el agua o ser presa del pánico.
3. No te fíes de flotadores, churros, manguitos, etc
Los juguetes inflables son eso juguetes y ponemos mucha fé en pensar que por llevar unos manguitos no va a pasar nada. Está bien que jueguen con churros, flotadores o hamacas inflables, pero con un adulto siempre al lado. Además si no se están usando han de estar fuera del agua, no vaya a ser que el niño quiera entrar al agua a coger su churro favorito.
4. Apunta a tu niño a natación
Como muy tarde los niños deberían estar apuntados en natación con 4 años, pero esto es para poder relajarnos un poco. De hecho los peques se confiarán porque “ya saben nadar”. Es cuando más pendiente tendrás que estar de ellos.
5. Busca un compinche entre ellos
Reforzando el sistema. Cuando juegan varios niños juntos que se vigilen los unos a los otros. Pero ojo que no es para que te relajes, es porque 4 ojos ven más que 2.
6. Si hay multitud, montar un puesto de control
Cuando hay mucha gente es fácil perder a tu niño de vista, así que hay que estar más atentos aún. Pero si hacemos una fiesta en la piscina con mucha gente, por ejemplo, no es descabellado contratar a un socorrista para que esté pendiente de la piscina; o ir turnándose entre los padres cada 15 minutos. No es mucho trabajo, sólo hay que sentarse en el bordillo de la piscina. Y nada de bebidas alcohólicas, las guardaremos para cuando se haya terminado el tiempo de estar cerca de la piscina.
7. Enséñales unas reglas
Sólo has de enseñarle unas reglas mínimas: No se corre, no se bucea, no se empuja, no se hunde a nadie y no nadar sin la supervisión de un adulto.
8. Aprender primeros auxilios y RCP
Si ocurre lo peor, cuanto más preparado estés mejor, así seremos capaces de hacerle una reanimación cardiopulmonar mientras llega la ambulancia. Poder hacer algo mientras llegan los médicos es mejor que no hacer nada.
Después de sobrecogerte con los consejos e imaginarte cosas horribles, piensa que vas a pasar un verano en agua genial con tus peques gracias a TUMINIYO. Eso sí cuando vuelvas de las vacaciones nos cuentas.
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