No es un reto fácil y todas sabemos que hay momentos en los que el grito está ahí, se nos forma en la barriga y va ascendiendo, nos oprime los pulmones, asciende por la garganta y...
NIÑAS YA ESTÁ BIEN!!!!!!
Noooo, calma, todas sabemos reconocer esos momentos, es como cuando sabemos que nos va a bajar la regla, lo notamos y punto.
Entonces qué? Podemos evitar el grito?
Por supuesto, y aquí os propongo unas alternativas que podéis usar cuando el grito llega casi a las cuerdas vocales:
Mete la cabeza en el congelador. Se te enfriarán las ideas y te calmarás.
Grita en el armario, te desahogarás con algo sin sentimientos.
Métete en la cama, al revés, con la cabeza en los pies y respira.
Ponte a bailar, como una loca. Retendrás el grito y a la vez harás reír a tus hijos.
Comer helado. Si, si, les chocará tanto a los peques, que pararán el comportamiento que te iba a provocar el grito.
Abraza al peque que te ha puesto a punto de gritar, a veces solo necesitará eso para parar su comportamiento.
Empieza una guerra de cosquillas.
Haz pompas de jabón. Es increíble el efecto que tienen en los niños. Si no estáis en el exterior, hazlas por el balcón.
Saca un álbum de ellos de pequeños, solo ver el álbum te hará sonreír y les calmará, les encanta ver fotos suyas de pequeños.
Espero que os sirvan estas alternativas y que por lo menos, antes de gritar, os echéis unas risas.
Tenéis otras alternativas que os sirvan? Compartirlas conmigo que seguro que me hacen falta!
Somos ya unas cuantas mamas las que nos hemos marcado el reto de que En Casa Ya NO se Grita. Todavía no os habéis animado?
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