Es algo reconocido por los psicólogos que el hecho de relacionarse con más niños les ayudará a integrarse, por lo que, aunque les pueda costar un poco más entablar amistad, les será muy beneficioso y facilitará su socialización. Eso si, no es lo mismo un campamento urbano que uno que requiere que el niño o la niña pase la noche fuera de nuestra casa. Los padres debemos ser los que, conociendo la madurez y la autonomía de nuestro hijo o hija, decidamos cual es el momento más adecuado para que vivan esta experiencia. Por ejemplo, si buscamos un campamento fuera de España, con el objetivo de reforzar un idioma, lo aconsejable es esperar hasta que el niño sea más mayor e independiente, es decir, hasta que cumpla los 12 años.
Cual elegir
En cuanto a la tipología de esta actividad veraniega, es importante que se tengan en cuenta los gustos personales del niño. No apuntemos a un campamento de aventura y escalada a un niño que ‘odia’ las alturas. Consiste en que el niño disfrute, no en causarle un trauma.
Por otra parte, si el niño tiene una sensación de miedo e incertidumbre a la hora de acudir al campamento, no es conveniente que acuda obligado. Es bueno que durante el año el niño acuda a actividades similares como granjas escuelas o convivencias, para que se “vayan haciendo el cuerpo”.
Una vez que hemos escogido el campamento al que va a ir nuestro hijo o hija, los papás y las mamás debemos aceptar nuestro papel. Lo más aconsejable es que no les hagamos visitas durante su estancia en el campamento, rompen el ritmo de las actividades y, sobre todo, su adaptación. Aún así, en el caso de hacerlo, hagámoslo en el día en el que los organizadores lo tengan establecido. Es normal que un día del campamento se destine a recibir la visita de los familiares.
Igualmente no caigamos en la tentación de llamarles al móvil cada ocho horas, como si de un medicamento se tratase. Los niños van a estar perfectamente atendidos por el equipo de monitores., no debemos preocuparnos.
Si el campamento está cerca del agua deberiamos asegurarnos que en el campamento hay al menos un socorrista para que haya un baño seguro.
En Almería, como en cualquier otra provincia, la oferta de este tipo de actividades es rica y atractiva. Administraciones, empresas y colectivos organizan campamentos de verano durante estos meses, días de vacaciones que se convierten en una experiencia que recordarán toda la vida.
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