Estas actividades no pasan de moda ni mucho menos; es más, se reciclan y reinventan adaptando sus horarios,precios e instalaciones a todo tipo de niños de diversas edades.
¿Quién no tiene los típicos recuerdos del campamento? Aquellos juegos al anochecer, las fogatas que se hacían, las primeras confidencias,el primer amor,el vínculo que se creaba con los compañeros y profesores...¡Me pongo nostálgica y con razón! ¡Quién tuviera esa edad de nuevo!
Bueno, ¿y vosotras qué? ¿Pensáis llevar a los enanos de campamento? Ya sabéis que también los hay urbanos y con horario limitado, para facilitar a los padres su jornada laboral en esta época en la que los niños no tienen colegio y tampoco con quién quedarse.
Se trata de una magnífica opción en la que vuestros niños se desarrollan como personas y comprenden el valor de la naturaleza, el compañerismo y la autonomía, entre otras muchas cosas.
Definitivamente opino que el campamento de verano es algo para vivirlo.
[Imagen=45228]