Estamos pasando por una etapa de adaptación a la llegada de nuestro bebé y todo son experiencias nuevas.
Mi cuerpo me pide una desconexión del mundo real, una escapada.
Cerrar los ojos y despertar en con el único sonido de los pájaros, el sol brillante entrando por la ventana y posándose sobre campos verdes interminables, respirando paz y silencios infinitos acompañados de aromas de lavanda y mil flores de la temprana primavera.
En algún lugar de mi lindo Mediterráneo, entre la costa y la montaña, en un precioso pueblo medieval donde parezca que el tiempo se ha detenido, un pueblo con encanto que permita perderme, respirar y llenarnos de energía. A los dos. A los tres.
Cruzar la puerta de una antigua masía y que su encanto se apodere de ti con sus rincones escondidos, descubriendo detalles con personalidad, enamorándote de sus paredes de piedra, techos con vigas y muebles de madera… sentirte como en casa pero lejos… dormirte con el sonido de las lechuzas y desayunar en la mañana en la terraza, en plena naturaleza.
Es allí donde viaja mi imaginación, a la llamada Toscana Catalana, en Madremanya del Baix Empodrá… A media hora de Girona y de las mejores playas de la Costa Brava.
Tranquilidad, paz, sosiego, luz, aromas, naturaleza y mar fundidos … Un sitio tranquilo donde aún sientes la vida del campo.
Así es Can Bassa…
Can Bassa -> http://www.booking.com/hotel/es/can-bassa.es.html
#LivingBookingExperience
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Este post está dedicado al concurso de Madresfera patrocinado por Booking en el que el blogger ganador tendrá la oportunidad de alojarse en uno de los tres alojamientos idílicos que Booking propone. Desearme suerte! ;)