Sí o sí?
Voy a ser clara. Como mejor se duerme es sola. Ni niño ni marido ni gatos ni hormigas (porqué antes de la llegada de la enana colechábamos con los peludos, sí).
Ahora bien, hay que ponerlo todo sobre una balanza y tomar decisiones.
Por suerte, para las indecisas aquí estoy yo y mi experiencia con el colecho.
De madre perfecta a novata
Estoy megasúperhiper-segura de que antes de ser madre solías «opinar» (aunque solo fuese mentalmente) sobre algunas actuaciones de las ya mamás. Sí sí, no me digas que nunca has pensado «Mira esa que le hace el avión para que coma,» o «Ah no, yo el bebé en la cama no lo voy a meter». En mi caso la frase era «Yo no voy a dejar de salir fuera por la noche, ya se dormirá en el cochecito». Y aquí estoy, caí de 4 patas. Te dejo un post donde cuento un poco de qué va el tema.
Pero bueno…
…es que los humanos somos así. Un día te crees la mamá-perfecta y al siguiente das a luz y te percatas de que esas dos palabras nunca van a estar unidas. La vida te da un sopapo tan fuerte que después de 2 años aún te da vueltas la cabeza. Y con tanto mareo el niño ¿Dónde lo meto?
Hablemos de colecho.
Mi decisión previa
Soy una de esas personas que de cada pequeña decisión hace un doctorado universitario. Sí, empollona con orgullo. Pero total, sarna con gusto no pica dicen ¿no?
Encima soy maestra, por lo tanto el tema niños como que un poco me hace tilín tolón.
Así que si juntamos estos dos factores… el resultado es una chica embarazada que devora libros, blogs, vlogs (estaba enganchada a Ani Pocino y Emily Norris), programas, opiniones, ideas y todo absolutamente todo lo que tuviese que ver con la maternidad de los primeros años. Me hice un máster en lactancia, colecho, crianza natural, baby led weaning…
Y es que encima Mr. Google te lo pone todo a huevo.
No me pude resistir. Tomé mis decisiones. Cosa inútil, ya que después nace la criatura y todo va como va. Contra más tarde asumes que es realmente estúpido tomar decisiones que no dependen de ti, más tiempo te vas a pasar auto-enfadada por como van las cosas.
Y es que te engañan… que si plan de parto, de lactancia, de alimentación complementaria… y después patapum! Otro tortazo, el niño no es de manual! A unas no les funcionan las papillas, otras no consiguen que el niño se meta en la boca una migaja de pan y odian el ultra-moderno baby led weaning.
Y es que no hay frase más sabia que las de las abuelas… «cosas de niños» «es que es pequeño». Porqué últimamente nos complicamos la vida ¿no crees? tanto libro y tanta historia… son niños, punto. Son pequeños, tienen que evolucionar, crecer… lo único que nos sirve es paciencia.
Vaya mala pata, la única cosa que no podemos comprar xD
Colechar ¿sí o no?
Os hablaba de planes no? Pues así como mis programas para la lactancia eran claros (me hacía ilusión llegar a la lactancia prolongada), para el colecho no lo tenía claro.Si tengo que ser sincera conmigo misma estaba claro que me hacía mucha ilusión. Pero siempre había sido la niña perfecta que todo lo hacía bien. Y si «bien» significaba que la niña durmiese en su camita, no iba a ser menos. Además se me añadía el miedo a la muerte súbita y obviamente el terror de chafar al recién nacido.
Por lo tanto Mimi empezó su vida durmiendo en la camita al lado de nuestro colchón.
6 meses sin colecho
Empezó su vida durmiendo en su cuna y siguió así hasta los 6 meses. La verdad es que no me arrepiento. Aunque ahora duerma con nosotros (y tiene 2 añitos), si tuviese otro bebé realmente me daría muchísimo miedo aplastarlo. Ya me pueden decir que mi instinto materno está despierto hasta cuando duermo, pero yo el yuyu lo llevo dentro.
Durante esos 6 meses Mimi siguió patrones nocturnos bastante normales para ser un bebé… dormía unas 2 horas seguidas, después me tocaba dar teta o combatir los cólicos.
Llegó un momento en el qué dormía hasta 6 horas seguidas! Y eso amiga mía, era una bomba… parecía que la vida daba un vuelco. Hasta…
… hasta que el vuelco lo dio bien dado a los 6 meses.
La crisis de los 6 meses. Colecho sí o sí!
«A tomar por saco el mundo entero!»
Eso es lo que me pasó por la cabeza después de una semana con Mimi despertándose cada 40 minutos y sin intención de quedarse tranquilita en su cuna una vez conseguía que se durmiese entre mis brazos.
Madre mía del amor hermoso! Y es que una noche aguantas, dos, tres… pero a la séptima ya empiezas a delirar porqué tampoco es que de día la cosa fuese mucho mejor…
No conseguía apoyarla en ningún sitio!
JA!
Y ¿dónde están esos súper manuales del niño perfecto ahora eh? ¿Dónde? Yo con mi sueño, mis ojeras y la niña pegada con superglue todo el santo día! Ahí fue cuando decidí que se acabó, que ya era capaz de moverse si la aplastaba, y que se sirviera de las tetas de todos los que dormíamos en esa cama si quería pero que me dejara en paz 2 o 3 horas seguidas por el amor hermoso.
Ohhhhh Gloria bendita… tengo que decirlo.
En serio, si dudas… escucha tu cuerpo, no a la vecina. Desde ese día yo empecé a dormir. A veces no me daba ni cuenta de que se despertaba. Además no es lo mismo levantarse, incorporarse, esperar que tome pecho, etc. que estar tumbada, que te despierte, saques la teta y te puedas volver a dormir sin más.
Empezó a dormir solo en brazos!
¿Chupete sí o chupete no?
Ok. Superé el tema «la sociedad no ve bien el colecho», superé el tema «todos dicen que si se duerme con la teta nunca va a dormir sin», y las mega-ideonas tipo «es que si le dieses el chupete dormiría en su camita y se despertaría menos veces».Santa la paciencia… santa… y es que si he elegido una crianza natural también he elegido sus consecuencias. Como si no supieran que existen los chupetes. Y oye, muy bien las que lo usan, si a mi me da lo mismo; pero como yo no lanzo piedras a las que lo hacen, que tampoco lo hagan conmigo.
Personalmente preferí no ofrecérselo porqué a mí de pequeña me deformó la boca. En algún momento de pánico en el coche intenté dárselo pero no había manera. Así que en esta casa somos adictas-a-las-tetas. 100% bio, eco y km 0!
¿Que duerma en brazos o que se acostumbre a la cama?
El problema de la famosa «crisis de los 6 meses» no fue solo que comenzó nuestro colecho, sino que de día Mimi dormía solo y exclusivamente en brazos! Sí. Pensaréis que estaba loca. Yo puedo solo decir, que apenas la apoyaba se despertaba y era imposible que se volviese a dormir. Así que se pasaba 3 o 4 horas lloriqueando porqué no había descansado pero sin poder pegar ojo hasta la próxima siesta.Una tortura para ella, pero también para la menda que tenía que acarrear con la niña.
¿Qué iba a hacer? Dejarla llorar hasta que «se acostumbrase»? Se me parte el corazón solo en pensarlo.
Por ese motivo acabé aceptando lo que venía y cada vez que dormía me quedaba 1 o 2 horas con la niña en brazos. Leía, miraba videos… cultivaba la paciencia. No sabía cuando iba a terminar la cosa pero decidí que quería seguir su ritmo y sus necesidades.
Y ¿Sabéis qué? ACERTÉ!
Simplemente me necesitaba
Mimi me pidió proximidad durante 6 meses. Hubo una temporada en qué no podía moverme y la casa tenía que estar en completo silencio para que ella durmiese. Pero fue simplemente una fase.Estamos tan acostumbrados a obtener todo tan deprisa, o a acelerar los tiempos de lo que sea, que cuando nos toca esperar y seguir el curso natural de los eventos no tenemos la suficiente paciencia para aceptar que algunas cosas son como son.
Yo lo hice y estoy orgullosa de ello. Nunca he necesitado obligarla a nada. No tuvo que llorar para «acostumbrarse a dormir sola«. Simplemente un día se giró incómoda, la apoyé en la cama y no se despertó hasta una hora después. Ahora se duerme con la teta y antes de quedarse KO se tira a la cama para acabar de dormirse conmigo a su lado. Además estoy segura de que de una forma natural llegará el momento en qué simplemente con un beso de las buenas noches ya estará contenta. Como también llegará el día en qué dejará de dormir en casa.
Se trata solo de aceptar las fases tal y como vienen. Si eres novata como yo te puedo decir solo » no te agobies, el tiempo pone las cosas en su lugar, y realmente no vale la pena. Sigue el ritmo de tu bebé, él sabe lo que necesita, tiene que ser tu prioridad por delante de todas las opiniones y buenas intenciones del mundo. Piensa en esa criatura, punto».
¿Cómo duerme mi hija de 2 años?
Pues la siesta la duerme sola durante una hora y media. Tira un poco más si estoy sentada a su lado. Pero como normalmente aprovecho para hacer otras cosas nos quedamos en los 90′ y ya está.
Por la noche hasta hace 3 mesecitos aún me tenía que levantar del sofá para volverla a dormir antes de acostarme.
Vamos que no duraba más de 2 horas sin mi presencia.
Ahora que tiene exactamente 25 meses la meto en la cama a las 21.30 y se despierta a las 5.00 am y a las 7.00 am. Esas dos veces tarda media hora en volverse a dormir para finalmente abrir los ojos a las 8.15. Eso sí esa media hora se la pasa pegada a la teta. Cosa que a veces me agobia.
Pero sigo mi filosofía de vida, voy a continuar a respetar su tiempo, sus necesidades, sin presiones y con mucho mimo.
Que de eso se trata, de quererse al infinito y de dar confianza para que un día pueda despegar por ella sola.
RECORDAD QUE ME ENCANTA LEER VUESTROS COMENTARIOS! ^^ Así que a soltarse la melena!
SI QUIERES UNA MATERNIDAD INNOVADORA, CREATIVA, DIVERTIDA Y UNA CRIANZA RESPETUOSA…
!SUBSCRÍBETE!
Este blog te sorprenderá con actividades infantiles, métodos educativos que no conocías y mis experiencias sin filtros!
NUEVOS ARTÍCULOS DIRECTOS A TU E-MAIL
Volver al inicio
Si te ha gustado este artículo quizás te puedan interesar ¿Cómo afecta a los niños la televisión?, Método Konmarie con la ropa del bebé o No quiere cambiarse el pañal o la ropa; Trucos!