Que difícil son los inicios y sobre todo ser madre primeriza. Cuando te imaginas el colecho aún estando embarazada, tu imaginación hace que todo sea perfecto. O serán las hormonas. Pero luego llega el momento y no es así. Ni así, ni parecido. Las primeras semanas no es que durmieramos haciendo colecho, es que ni siquiera dormíamos. Recuerdo pasar las horas en el sofá, con Manuel encima mío (o de su padre) y con los ojos como platos para no dormirnos.
COLECHO CON EL BEBÉ ¿TE ATREVES?
Como sabes, nosotros teníamos pensado desde hace mucho hacer colecho. Incluso compramos la cuna de Chicco Next2Me para poder hacerlo de forma más cómoda. La cuna es genial, pero la verdad es que Manuel acaba durmiendo con nosotros la mayoría de días. Aunque al principio duermes con temor o casi no duermes, poco a poco te convences de que tu instinto funciona perfectamente y no vas a chafar al bebé. También ayuda que en días nuestro peque va a cumplir cuatro meses y el enano ya tiene fuerza y cuerpo. Si te acercas mucho o le agobias, los pellizquitos están asegurados.
Aunque ya te digo que lo estoy disfrutando muchísimo, el colecho con el bebé tampoco está bien visto. Y digo tampoco, porque pocas cosas están bien vistas que hagas. Dormir con el bebé, mimarlo, abrazarlo, cogerlo, achucharlo… Todo parece que está mal hecho y siempre vas a tener a gente alrededor opinando (y siempre para mal).
Así que, a pesar de las opiniones en contra, mi experiencia con el colecho es totalmente positiva. Por supuesto, cada familia es única y por lo tanto no siempre el colecho será perfecto, pero te animo a que lo intentes y lo valores.
¿Haces colecho? ¿Para ti también fue difícil al principio? ¿Cómo lo llevas ahora?
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