Si tuviéramos que imaginarnos o dibujar un bebé rápidamente, la mayoría lo haría envuelto en una mantita. En España, no te enseñan a orugar a tu bebé, pero en muchos otros lugares del mundo (USA, Turquía y muchos países europeos) antes incluso de enseñarte a limpiarle el cordón, te enseñan cómo arropar al bebé en su mantita. Los egipcios lo hacían, e incluso ya en tiempos del Paleolítico. Como todo, y más en temas de maternidad e infancia, hay teorías a favor y en contra de orugar a tu bebé.
Para mis hijos ha sido magia.
Los bebés tienen un reflejo que se llama de Moro, por el que ante un ruido fuerte sus brazos se elevan hacia el aire. Este movimiento les despierta si coincide con un momento de sueño no profundo.
La Asociación Americana de Pediatría (AAP) asegura que orugar a tu bebé de forma adecuada ayuda a calmarle y favorece un sueño de calidad.
Cómo orugar:
Necesitarás una mantita o muselina (arrullo) de unos 120x120cm. Mi favorita, la de Aden + Anais , por su textura y su línea ecológica. Si no, la de Cotton Juice de El Corte Inglés.
Colócala en forma de diamante y dobla la esquina superior hacia abajo (nos queda una forma triangular)
Coloca al bebé con la cabeza fuera de la muselina, en la parte plana.
Envuelve al bebé con uno de los lados, metiendo el extremo por debajo de su espalda (procura que no queden arrugas incómodas).
Sube la esquina inferior hasta arriba, dejando espacio para que el bebé pueda mover las piernas, y métela entre la esquina que has doblado antes y el pijamita del bebé.
Termina de envolver a tu bebé con el otro lado.
El bebé debe de estar perfectamente hecho una oruguilla, sin apretar demasiado, pero sin dejar ningún lado suelto.
Alrededor de los 4 meses, hay que ir pensando en liberarles un brazo aunque sea, porque empieza la etapa en la que descubren el mundo con las manos. Lo ideal es liberarle ambas manos gradualmente, aunque mi hija sigue durmiendo orugadita, con un brazo dentro de la muselina, y ya tiene 7 meses. Le encanta!