(Artículo para De mi casa al mundo de Marina Ribas, Psicóloga Sanitaria y Perinatal)
¿Sabes cómo define la Real Academia Española parir y nacer?
PARIR: “Expeler en tiempo oportuno el feto que tenía concebido” “Expulsar el hijo que se tiene en el vientre”.
NACER: “Salir del vientre materno”.
Es decir, que según estas definiciones, parir es expeler/expulsar y nacer salir. Sin duda, una visión muy reduccionista y más que mecánica, sin incluir la palabra madre o bebé, sin hablar de emociones, ni de fisiología, ni de nada.
Algo tan importante como parir o nacer, no puede ser reducido o sintetizado a expeler o salir, sinceramente lo creo.
Independientemente de haber parido o no, ¿definirías parir en esos términos?
¿Y qué hay del término nacer? ¿Definirías tu propio nacimiento o el de tus hijos/as (si tienes) como una salida sin más?
Ibone Olza (psiquiatra perinatal) reflexiona sobre esto en su libro Parir, que sin duda os recomiendo.
Entender el parto como una transformación
Hablando de este tema y de estas definiciones con una matrona, salió la palabra TRANSFORMACIÓN.Sin duda, no se me ocurre una palabra mejor para definir el parto y el nacimiento que transformación.
Parir y nacer es una transformación colosal para la mujer, para el bebé y para la familia.
Hablamos de transformación física, pero principalmente emocional.
Nace un bebé, pero también una madre (o dos si son dos mujeres), nace un padre, una familia, un hermanito/a mayor (si los hay) nacen muchas cosas. ¡Se transforma todo!
Sin duda creo que nacer y parir es una de las mayores transformaciones del ser humano. Lo que ocurre en el parto y el nacimiento, es tan brutal, tan transformador, tan mágico…
Si no entendemos y valoramos esta transformación, si no la respetamos y validamos, no ayudamos en nada a las mujeres, ni a los bebés que nacen. Si no entendemos esta transformación, nos hacemos un flaco favor como sociedad.
Porque es bien sabido que el parto y el nacimiento suponen un impacto muy importante para la mujer y el bebé. Lo que ocurre en el parto, queda profundamente grabado en la mente de ambos.
Por ello, si este momento vital no es lo amoroso, respetuoso y fisiológico que ambos merecen, pueden haber consecuencias para la salud mental de ambos, tanto en el momento en que ocurre, como muchos años después.
Cómo integrar la vivencia del parto para el mayor bienestar de la madre y el bebé
La vivencia que tiene la mujer sobre ese parto, va a determinar en gran medida el bienestar emocional de ella y su bebé. Y no es solo el tipo de parto, es tan importante o más la vivencia, cómo esa mujer y ese bebé se han sentido en ese momento.
(1) Habla de tu parto
Así pues, si eres una mujer que acaba de dar a luz, te propongo contar tu parto. Contarlo ayuda a integrar esa vivencia. Sea como fuere, si te apetece contarlo, cuéntalo. Es más, te aconsejo que se lo cuentes a tu bebé recién nacido y se lo vayas contando a media que crece. Eso también le ayudará a integrar su nacimiento, independientemente de cómo haya sido.En consulta siempre pregunto a las personas que acompaño cómo fue su nacimiento y hay muchas que no saben prácticamente nada o muy poco. Eso denota la gran falta de conciencia sobre la importancia de este momento. Sin embargo, es una parte muy importante de nuestra historia, merecemos conocerla.
A los también recién papás o mamás (si sois dos mujeres), además de explicarles cómo lo habéis vivido desde vuestro lado, os aconsejo preguntar a vuestra compañera cómo se ha sentido, cómo lo ha vivido. Así como ayudarle a completar el recuerdo si lo necesita.
En el parto, las neurohormonas que se liberan, producen un estado alterado de consciencia fisiológico y normal, que puede ocasionar algunas lagunas. Comentar y recordar el parto en pareja, ayuda a recolocar y a ordenar la secuencia, favorece la comunicación y conexión. Sin duda puede ser muy positivo para ambos/as hablarlo.
A familiares y allegados/as de la mujer, les aconsejo buscar un momento para preguntarle cómo se siente y cómo ha sido o vivido su parto.
Hay estudios que han demostrado que contar el parto es una necesidad común en las mujeres. Por ello considero que esta es una manera sana y sencilla de darle importancia a este tema y además ayudamos así a la mujer a integrar esa vivencia y validar a lo que siente o ha sentido. Al mismo tiempo, contar el parto ayuda a sentirse parte del colectivo universal de madres.
(2) Comparte en espacios de mujeres
Hay espacios a los que las mujeres pueden ir a contar su parto con sus bebés y a la vez compartirlo con otras recientes mamás. Yo misma hago un taller que se llama “Cuéntanos tu parto” en el que cada mujer comparte su vivencia, resuelve o integra aspectos del mismo. Es muy especial la conexión y el clima que se crea entre tantas mujeres compartiendo y acompañándose. Casi todas acabamos emocionadas con cada relato.Busca estos espacios en tu ciudad, te recomiendo que estén moderados por profesionales especialistas en salud mental perinatal.
(3) Pide apoyo
Si sientes que tu parto fue traumático o que tienes aspectos a resolver, no te quedes con “mi bebé y yo estamos sanos y no puedo estar mal”. ¡Claro que puedes!Si recordarlo te ocasiona un fuerte malestar, si sientes que al pensar en ello lo revives o te duele emocionalmente, pide ayuda. Si además sientes rabia, enfado o tristeza, pide apoyo, te podemos ayudar.
En ese caso, te recomendaría buscar un/a psicólogo/a especialista en psicología perinatal. Es importante que lo sanes, no solo por ti, sino también por tu bebé.
Si tu experiencia en el parto fue positiva, pero tienes algún otro malestar emocional, compártelo con tus allegados y pide ayuda profesional también si sientes lo comentado anteriormente. Cuidarte, también es cuidar de tu bebé. Tu bienestar es importante no solo para ti, sino también para tu hijo/a.
(4) Y recuerda siempre esto…
Y por último, madre puérpera, me tomo la confianza de recomendarte algunas cosas más:Confía en tu instinto y en el de tu bebé.
Pide lo que necesites.
Recuerda que somos mamíferas.
Si tienes la oportunidad, acude a grupos de crianza, comparte con otras madres.
Mírate a través de los ojos de tu bebé de vez en cuando.
Recuerda que para tu bebé, eres la mejor madre del mundo.Creo que con este escrito, queda de manifiesto que considero preciso integrar la salud mental perinatal en nuestra vida. No solo en el plano sanitario, sino también en el plano social. Con estas pequeñas acciones como preguntar a las mujeres por sus sensaciones o sentimientos, ya lo estamos integrando y estamos haciendo algo importante por ellas y sus bebés. Con acciones como estas, vamos un poco más allá del plano meramente físico o mecánico del parto y nacimiento.
Creo que divulgar dando a conocer estos temas, es cuidar la salud mental en esta etapa. Acompañar a las mujeres (y sus familias) en este camino, es necesario.
¡Gracias por leerme!
Marina Ribas Ortiz
Psicóloga Sanitaria y Perinatal, Colegiada B-02177
Atención en Ibiza y online. | Sígueme en instagram @psicomribas
Fotos del artículo de Littlesmith , en instagram @momentslittlesmith
Mi nombre es Marina Ribas Ortiz (@PsicoMRibas en redes sociales), soy psicóloga Sanitaria y Perinatal. Parte de mi trabajo, está destinado a acompañar a mujeres (y sus familias) en etapa perinatal. Es decir, mi trabajo se basa en acompañar y cuidar la salud mental desde que se tiene la idea de tener un bebé, hasta la crianza. Y esto no solo significa tratar o intervenir cuando hay psicopatología como depresión o ansiedad, significa también trabajar en prevención, divulgación y acompañamiento a las familias. Significa ayudar a las mujeres a conectar con sus bebés y poder potenciar el vínculo con los/as mismos/as desde el embarazo.
Cuando una mujer está embarazada, acude a revisiones y controles físicos, estos son realizados por obstetras y matronas, pero para la salud mental, para saber cómo se encuentran la mujer y su bebé a nivel emocional, no hay prácticamente nada. Bajo mi punto de vista esto es un error, no integrar las emociones en este proceso, no integrar la salud mental y no ver que esta forma parte del todo, creo que es una visión incompleta.
Gracias Aguamarina por este espacio para compartir esta reflexión sobre la necesidad que hay de integrar toda esta parte en el proceso de maternidad. Espero que os guste, me encantará saber qué os ha parecido y compartir opiniones o vivencias en comentarios o en mis redes sociales, ¡si queréis!