Se ha sembrado la incertidumbre y el miedo en aspectos tan instintivamente nuestros como la maternidad, la lactancia y, como no, el parto.
Sinceramente, no creo que sea casualidad.
Y es que, una mujer empoderada de su poder y divinidad es una mujer segura de sí misma y de la vida en todo su esplendor, y eso, quizá no interese al Sistema que todo lo pudre.
El parto, ése acto que representa uno de los mayores milagros de nuestra Madre Naturaleza, nos fue robado hace tiempo.
Es abrumador encontrar miles de mujeres que así lo atestiguan, y me incluyo en el bote.
Poco a poco, nos estamos dando cuenta y estamos volviendo a recuperar lo que es nuestro por naturaleza, nuestro parto.
No tengas miedo, mujer, porque el parto es la magnificencia de la vida, y porque tú, sabes parir.
Al igual que un niño trepa por el seno materno en busca de alimento, tú, querida mía, sabes parir.
No hay profesional médico, abuela o vecina que pueda enseñarte a parir, porque tú ya lo sabes, mujer loba.
Nos han enseñado a temerle al parto y nos “enseñan” cómo respirar y cómo debemos parir.
Creen que nuestro cuerpo les pertenece llegado el momento.
Y no hay que parir en casa para ser respetada, debemos exigir el respeto a médicos, matrones y ginecólogos para que, lejos de querer adueñarse de nuestro parto, sean un apoyo seguro y emocional que nos acompañen en el proceso de dar vida.
Tu cuerpo es tuyo y tu parto también.
No tengas miedo a hacer lo que ya sabes, y exige respeto siempre.
No dejes que decidan por ti si tu parto se presenta sin complicaciones. Empodérate de tu parto.
Da igual que seas primeriza, o que hayas dado a luz mil veces antes. Es tu parto, y tú eres su única dueña.
Se ha deshumanizado el parto, el nacimiento y la vida misma, pero no habrá nadie en el mundo que pueda hacernos callar.
Tú puedes y sabes parir, tú eres dadora de vida, que nadie te haga olvidarlo y no lo olvides jamás.
No dejes de ver este vídeo de partos respetados en Francia:
Con cariño, a todas las mujeres, paridas y por parir.
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