Este post se podría llamar también: La tortuga que se comió el chupete.
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Mi hijo, Diego, llevó el chupete hasta los 2 años, lo tenía para dormir y un poco por el día, pero tampoco es que haya sido un obsesionado del tete.
No recuerdo muy bien porque decidimos quitárselo, igual era porque ya empezaba a morderlo, y me daba miedo de que se tragase algún trocito. Pero también creo recordar que la gente en la calle ya empezaba a hacer algún que otro comentario del estilo ?que mayor este niño y todavía con el chupete?.
De todas formas, que pesada la gente con los niños de los demás, se debería de meter un poco más en sus asuntos!
No me preocupaba tanto que tuviera todavía el chupete, hay que entenderlo, lo bueno que debe de ser tener el tete, y lo bien que se deben de sentir los niños, no? ¿¿¿No es como si lo iba a llevar toda la vida???
Ahora hay prisa para todo: para quitar el bibe, quitar el pañal, quitar el chupete, para andar? Deben de saber vestirse solos, nadar o usar la bici solos, entre los 3 y 5 años? La impresión que me da a mí es que todo tiene que ir rápido!
Y yo quizás no soy el mejor ejemplo, porque soy muy Speed, pero a veces me cuestiono y creo que deberíamos de dejar ir lo niños un poco más a su bola!!! Que puedan respirar!
Bueno, podría escribiros 3 páginas sobre este tema, pero hoy he decidido hablar del chupete?
Total, que pensamos que a los 2 años era buen momento para quitarlo.
Y qué hicimos? Nos inventamos una historieta de una tortuga que le gustaba mucho los chupetes?.
Bajando a la parque, hay una tienda que tiene fuera una caja de plástico bastante grande donde dentro vive una (pobre) tortuga. Diego siempre se paraba a mirarla (todavía sigue viva, y nos paramos cada vez).
Y es a partir de allí que se me ocurrió el plan maquiavélico, perdón, quiero decir la fabulosa idea.
Le dije a Diego que a las tortugas le gustaban mucho los chupetes.
Pasado algunos días, le comenté que era mayor y que quizás era el momento de quitar el chupete pero sin presionar solo a ver que le parecía. Me dijo "vale", o más bien no dijo nada que me dejo entender que no quería. :-)
Y le comenté "pues ahora, lo tiramos a la basura, ok??" Va solito y lo tira a la basura.
Pero yo ya sabía que lo iba a ir a buscar después. Lo que hice, es ir a buscar el chupete, le corté un trocito con la tijera y lo volví a echar a la basura.
Media horita más tarde, va Diego en busca de su chupete, lo coge y me dice "mamá, mamá, el chupete está roto" Le dije "¿cómo que roto? Uyyyy Diego yo creo que se lo ha comido la tortuga"
Y se quedó mirándome con una cara de incredulidad, con una mezcla de miedo y curiosidad a la vez. Vamos que flipó en colores.
La volvamos a tirar a la basura. Cuando se fue a su habitación, vuelvo a cortar otro trocito. Como era de imaginar, por tercera vez, Diego va en busca del chupete y lo ve de nuevo "mordido"
Re flipada en colores.
Le expliqué que le gustó mucho su chupete a la tortuga. Y lo vuelve a tirar a la basura.
Me acordé de esta historia, porque la que fue a buscar por cuarta vez el chupete fui yo! Y lo encontré hace poco en una cajita, guardado. Lo guarde por si acaso iba a llorar? no sé? pero Diego no volvió a coger ningún chupete más.
No me lo volvió a pedir. Hasta me pareció raro y todo. Quizás era su momento...
Y al final se quedó en la caja.
¿Qué os ha parecido mi historia? No he sido demasiado dura, no? Jajajaja.
Para las mamás que me leen, qué habéis hecho vosotras para quitar el chupete?
Gracias a todos por leerme.
Besos Anne
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