A estas alturas creo que, todos o casi todos mis lectores, conocen mi ateísmo, en más de una ocasión ha salido el tema en alguno de mis posts. A pesar de mi falta de creencia en Dios respeto a aquellos que sí creen, aunque no comparta sus ideas me parece totalmente respetable su creencia. Una de las consecuencias de mi ateísmo y el agnosticismo de papá piojo, el piojo no ha sido bautizado y, obviamente, en el cole no hemos cogido la optativa de religión. En realidad, no entiendo que los peques desde tres años tengan religión en un supuesto país laico...
Sin embargo, el piojo entiende de dioses, de creencias y falta de la misma. Sinceramente, muchas veces me sorprendo con su capacidad de raciocinio, pues, solo teniendo 5 años se plantea temas que a muchos niños de más edad ni se les ocurre pensar.
Sin ir más lejos hace unas semanas salió la temática de la creencia en Dios y, él fue muy tajante diciendo que él no creía en ningún Dios. En su momento me hizo gracia, llegando a pensar que su carga genética atea era la dominante, ja ja ja, pero el tema no pasó a mayores hasta este sábado...
Cuento...
El sábado teníamos la misa de aniversario de un amigo al que la carretera se llevó el año pasado, este ha sido el primer contacto con el tema muerte del piojo, y ha traído cola durante mucho tiempo porque de pronto se ha dado cuenta que no siempre nos morimos de viejo...puafff... pero, eso es otro tema, pasemos a la conversación del sábado...
-Mamá, ¿qué sitio es este? - me pregunta nada más entrar en la iglesia. Solo ha entrado un par de veces en una.
-Una iglesia.
-¿Y esto para qué sirve?
-¿Recuerdas cuando hablamos que hay gente que cree en dioses y otras no?
-Sí, claro, yo no creo en dioses.-contesta serio.
-Y yo tampoco, pero Carlos sí creía y esta misa se hace en su honor.
-Ah, vale.
Durante un rato está callado pero visto que no entendíamos al cura, un chino que hablaba un español incomprensible, y que desde la plazoleta nos llegaba el sonido de la música el piojo se cansa y empieza a agobiarse más que yo de estar allí dentro; dándome la excusa perfecta para salir de la iglesia, je je je je...Estando fuera se queda mirando un cartel de la puerta.
-Mamá, ¿quién es el señor de ese folleto?
-San Valero.
-¿Y ese es uno de los dioses de esta iglesia?
-Bueno, no exactamente,es un señor que creía en Dios y que hizo algo bueno y ahora la gente también cree en él.
-Ah-contesta nada convencido-, mamá, yo tampoco creo en esos santos.
-Ni yo, cariño.
-Mamá-vuelve a la carga.
-Dime.
-Antes dijiste que Carlos creía, ¿es que ahora no cree?
Ahí ya flipo en colores al darme cuenta que el piojo controla hasta el uso de los tiempos verbales.
-Claro, ya sabes que Carlos se murió el año pasado.
-Claro, claro es ese Carlos, no el de mi cole.
-Sí, claro.
-Vale, pues, me parece fatal.
-¿Qué te parece fatal?
-Que nunca me dijese que él sí creía en Dios.
Me rio...
-Pues, te enfadas con él y se lo dices, -le digo en broma.
-Mamá, ahora ya no se lo puedo decir.
-Vale.
-Mamá.
-¿Qué?
-Yo no creo en esos dioses, yo solo creo en Santa Claus, Los Reyes Magos y los duendes.
-¿Y en las hadas? -pregunto entre risas.
-No, mamá, en las hadas no.
-Pues, Campanilla se va a enfadar.
-Ah, mamá, se me olvidaba, también creo en los dinosaurios...
Besitos avainillados