El pasado lunes hablábamos de ideas para decorar los jardines o terrazas para celebraciones o eventos, y hoy hablaremos de cómo darle un estilo personal a vuestro jardín de forma que pueda mantenerse toda la temporada: a través de la colocación de maceteros.
Este año los maceteros son tendencia absoluta: de colores vivos, de madera, de metal, de cerámica, de mimbre… estilo vintage, rústico, minimalista, moderno… podemos encontrar en el mercado una amplia gama de maceteros que darán a vuestro jardín el estilo que queráis.
En este tipo de productos abunda el DIY (do it yourself), así que podéis recuperar algunos objetos abandonados en el trastero como cestas, regaderas, cubos de latón, juguetes de madera de los niños, palets, cajas de fruta… y reutilizarlos en vuestro jardín con unas bonitas plantas, frutas, verduras… Si queréis recordar más ejemplos de cómo reutilizar palets y cajas de fruta pinchad aquí.
Os traigo algunos ejemplos de cómo los maceteros pueden cambiar vuestro jardín por completo. He tomado prestadas todas las fotografías de homify, una plataforma online con miles de ideas para crear un jardín, que también sirve de fuente de inspiración para decorar el resto de la casa.
Como podréis observar, la mayor parte de las propuestas se basan en colocar varios maceteros o recipientes del mismo estilo pero diferente tamaño juntos, en lugar de grandes maceteros aislados con una planta. De esta forma se crean conjuntos visualmente muy atractivos, que atraen la atención sobre el rincón o zona que se quiera destacar (normalmente esquinas o zonas inicialmente más sosas).
El primero es un ejemplo de macetas de metal. Veréis que los tamaños son diferentes (incluso se cuela una jarra entre los maceteros). Son varios maceteros de pequeño tamaño.
La segunda composición me parece muy elegante y sutil. Combina maceteros de diferentes materiales, tamaños y colores (madera y blanco), pero mantiene un sólo color para las flores: el blanco. Si mezclamos varios colores en los maceteros y en las flores, el resultado puede ser un batiburrillo poco atractivo.
La tercera fotografía muestra cómo se puede aprovechar un camión de juguete de madera para darle un toque divertido y original a un jardín.
El cuarto ejemplo es el más rústico: una escalera hecha de palets con maceteros de plástico o arcilla. Yo personalmente daría al conjunto un poco de color en las flores.
Otro ejemplo de cómo aprovechar juguetes de los niños, en este caso un peluche.
Me gustan mucho las regaderas vintage (sobretodo si son de colores) con flores.
¿Hay algo más vintage que estos contenedores de metal? Sólo el color azul-verdoso oxidado ya nos lleva a otra época.
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