Estos cucuruchos se pueden hacer con varios tipos de masa: brick, de empanadillas o de hojaldre. Y sirven tanto para salado como para dulce. Sólo se necesitan los moldes con forma de cono.
Yo los compré hace años en una feria DIY, pero los venden en muchos sitios, también en internet.
Con la masa de empanadilla se pintan los bordes para que se cierren bien y se hacen los cucuruchos alrededor de los moldes. Se pueden freir, pero hay que sujetarlos con unas pinzas uno a uno para que no se abran y además es menos sano. Lo mejor es hacerlos al horno, a unos 170º C hasta que se doren. Luego hay que dejarlos enfriar un poco antes de despegarlos con cuidado para que no se rompan.
En esta ocasión los rellené de guacamole que compré en el supermercado y crema de piquillo (crema de queso y pimientos del piquillo triturados).
También se pueden rellenar de paté, crema de queso, pisto, escalibada y cualquier cosa que os guste.
Los siguientes están hechos con masa brick y puestos en una paleta de pintor de cartón.
Si se hacen con masa brick hay que poner dos o tres capas y pintarlas con mantequilla para unirlas.
Y estos están rellenos con bechamel de pollo y el cucurucho es de hojaldre puesto en tiras.
También se pueden rellenar de crema, trufa, merengue, nata, macedonia…
En la siguiente foto están hechos con masa de empanadilla frita y rellenos de crema.
Si se te ocurre alguna idea más, me encantará que me la cuentes.