La llegada de un nuevo miembro a la familia supone una alegría inmensa para todos sus miembros, sin embargo, también supone un gasto considerable. No podemos dejar que la crisis nos niegue la ilusión de ser padres, pero si debemos tener en cuenta algunos factores para lograr un pequeño ahorro en los gastos que conlleva el bebé.
- El ahorro más sencillo y a la vez más importante se produce en la comida. Alimentar a nuestro bebé con leche de fórmula puede suponer un gran desembolso económico, por lo que si sustituimos esta leche por la lactancia materna, además de ser beneficioso para el bebé, también los será para nuestro bolsillo.
- Otro gran gasto son los pañales. Podemos sustituirlos por pañales de tela, o podemos buscar las mejores ofertas de los supermercados, en ocasiones podemos lograr incluso un 3 por 2.
- Puede que en algunos momentos necesitemos que alguien cuide de nuestro bebé. Necesitamos salir a algún sitio o simplemente tenemos que trabajar. Pedir ayuda a un familiar nos facilitará mucho las cosas pero en caso de negativa podemos optar por compartir niñera entre vecinas, amigas o hermanas. Los niños pasarán un rato divertido y las madres ahorrarán.
Como estas, hay muchas formas de que un bebé no se convierta en un gasto excesivo, ¿cuáles son vuestros trucos?
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