En casa cada mes que pasa hay una celebración durante el primer año de un bebé. Como padres, queremos ver el desarrollo del bebé. Normalmente celebramos cada uno de los meses que nuestro hijo va cumpliendo mientras observarmos como poco a poco va cambiando. Uno de los momentos más importantes se produce cuando el bebé cumple diez meses. Está a punto de cumplir su primer año de edad y los cambios ya son bastante evidentes.
Poco a poco, vamos descubriendo que nuestro pequeño comienza a ser autónomo. Ya no tenemos que trasladarle a todas partes, por fin comienza a moverse por sí mismo, aunque sea gateando y ya es capaz de entender nuestras advertencias o prohibiciones. Nuestro bebé evoluciona por momentos, pero a pasos agigantados. ¿Quieres saber cómo es a los diez meses? En este reportaje, te lo contamos.
Desarrollo físico de nuestro bebé
Cada bebé es un mundo y su desarrollo físico o crecimiento depende de muchos factores (genética, alimentación...), pero existe un baremos sobre el que más o menos se sitúa su crecimiento mensual. Aproximadamente, el bebé de diez meses puede medir unos 74 centímetros y pesa alrededor de diez kilos. El bebé ha alcanzado ya una fortaleza considerable que le permite caminar o al menos gatear. Como hemos dicho, el bebé tiene ya cierta autonomía precisamente porque es capaz de mantener una postura más equilibrada. En esta etapa, nuestro hijo es capaz de sentarse con las piernas totalmente extendidas y la espalda recta. A pesar de que sus pasos son indeciso, si le ayudamos puede caminar trayectos medios. Sus manos y dedos son bastante más ágiles, lo que hará que quiera tocar todo lo que esté en su alcance e incluso puede que intente aprender a comer solo, por fin. Poco a poco va dejando de ser un bebé dependiente para convertirse en un bebé autonómo que en pocos meses echará a correr solo.
Habilidades lógicas y cognitivas
A partir de los diez meses, podrás observar como tu bebé dedica mucho tiempo a observar con mucha atención todo lo que le atrae. Ya no realiza simplemente reacciones reflejas, sino que que es capaz de reflexionar qué es lo que quiere hacer y lo hace inteligentemente. Aunque parezca mentira, nuestro bebé ya se anticipa a los acontecimientos. Conoce su rutina y sabe cuándo es el momento de la comida, del baño e incluso el momento de dormir, aunque puede que no quiera seguir esta rutina a rajatabla.Muchas veces observarás una 'mirada pilla' cuando realice acciones prohibidas, que día a día le repites que no debe hacer. Su ingenuidad ha dado paso a la inteligencia y sabe perfectamente cuándo se comporta bien o cuándo está realizando una travesura. Parece imposible, pero aprenden muy rápido.
Su capacidad cognitiva evoluciona rápidamente. Ya es capaz de distinguir distintas partes del cuerpo e incluso puede señalarlas si se lo pides. Además, comienza a asociar nombres con personas, por lo que cuando juegues con él a llamar a 'la abuela Carmen' o a la 'tía Clara' sabrá perfectamente lo que estáis haciendo.
Cómo es su alimentación a los diez meses
Respecto a la alimentación, la aparición de algunos dientes conseguirá que más o menos coma todo lo que come el resto de la familia, lo que supone un ahorro considerable, además. Cada vez habrá más alimentos sólidos dentro de su dieta y debemos hacer que los conozca y los coma sin miedo. Por ejemplo, aunque no tenga todos los dientes, podemos darles un plátano para que lo vaya asimilando o una naranja, aunque sepamos que se van a manchar, pero es bueno que vayan teniendo contacto con las frutas.No debemos olvidar que lo más recomendable es ir introduciendo los alimentos de uno en uno y teniendo en cuenta que debemos dar un plazo de varios días para conocer si algo le produce alguna alergia. No le obligues a comer, pero tampoco cedas siempre a sus caprichos. Para algunos niños pasar del pecho o los purés a la alimentación sólida es un gran trauma y si les dejamos que tengan elección puede que no consigamos que el bebé coma adecuadamente.
Sus primeras palabras
A los diez meses, el bebé ya logra entender algunos conceptos básicos, como, por ejemplo, 'aquí', 'allí', 'fuera' o 'dentro', así como algunas palabras sencillas. Además, las ganas que tiene el bebé por interactuar con el resto de las personas que están a su alrededor. Puede entender con claridad cuando le estamos advirtiendo o prohibiendo algo, aunque indistintamente puede hacernos caso o no, por eso, no debemos sorprendernos cuando ante una prohibición el bebé llora sin parar.Puede que comience a expresar sus sentimientos con mucha facilidad. Uno de los ejemplos más notables es el típico ataque de celos que puede experimentar cuando su mamá coge a otro bebé o simplemente a un muñeco imitando el mismo comportamiento que hacemos con él. A partir de ahora, podremos compartir muchos momentos con nuestro bebé, comienza una etapa apasionante.
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