Aunque el peque sea pequeño todavía y quizá no se entere mucho todavía, a mi me hace ilusión celebrar su cumpleaños porque también es mi segundo cumpleaños como madre. El mismo día de su cumpleaños pensaba llevarlo a un parque de bolas, por cambiar y hacer algo distinto pero son para más mayores por lo que opté por hacer lo que él quisiera.
Fuimos al parque de al lado de la “guarde” pero ese día no le apetecía y prefirió ir a ver las grúas de una obra cercana y luego ir a un puente sobre unas vías del tren y ver pasar los trenes del Cercanías. Y así hicimos.
A mediodía dejé la cena preparada para no tener que estar luego con las prisas, así me aseguraba estar tranquila y poder disfrutar del enano. Fuimos de un parque a otro, a ver pasar los trenes y ya cuando nos cansamos nos fuimos a casa a jugar con los juguetes (básicamente, con los trenes). La verdad es que fue una tarde muy tranquila en la que el peque disfrutó y yo, como estaba tranquila y relajada, también.
También me tenía que preparar para lo que me esperaba al día siguiente, que era preparar la merienda para los abuelos, tíos y primos que venían a celebrar el cumpleaños.
Decoración
Unos meses antes quería decorar la casa con algo que le gustase mucho como los trenes, Peppa Pig (aunque tampoco es que sea super fan) pero al final con las oposiciones y demás no pude buscar nada y como siempre, el tiempo se me echó encima. Le puse el “FELICIDADES” de la primera foto, compré globos y el globo metálico con un 2 gigante. La decoración fue escasa pero al niño fue lo que menos le importó. Jugó con su 2 gigante, con sus globos azules y lo más importante para él, jugó con sus primos y ahí es donde me di cuenta que muchas veces le doy importancia a cosas que realmente, no la tienen.
Merienda
Dentro de que era un cumpleaños, quería que todo fuera lo más casero posible y sin tanto dulce como suele ser habitual por lo que me metí en la cocina para preparar:
Empanada de pisto
Empanadillas de atún con tomate
Empanadillas de jamón y queso
Bizcocho de chocolate
Una vez terminé me parecía que no había tanta comida, pero lo acompañamos con un plato con chorizo, salchichón, jamón serrano y queso y la verdad es que merendamos bastante bien. No es por tirarme flores, pero estaba todo bastante bueno
A los niños, antes de sacar la merienda les dimos la fruta para asegurarnos que la comieran antes de ver el resto de cosas.
¿Con qué me quedo?
Pero sin duda, con lo que me quedo del cumpleaños, es con la cara de felicidad de mi hijo jugando con sus primos. Le encanta jugar con ellos aunque a ratos también se agobia y se “pelean”, pero ¿quién no se ha peleado con su primo alguna vez?
Cuando sea más mayor, supongo que querrá cumpleaños más elaborados, con sus amigos, pero aunque no haya sido el cumpleaños mejor decorado ni el más currado, si que ha sido uno preparado con mucho amor donde el peque lo pasó genial y sus primos también, que al final, es lo que cuenta.
Vosotros, ¿Cómo celebrasteis los cumpleaños de vuestr@s hij@s?