Me encanta festejar los cumpleaños de mis hijos, de niños era fiesta como de pueblo digo yo, el festejo en la mañana solo con nosotros los papás, al otro día una fiesta con los amigos y la noche siguiente la cena con toooda la familia, si, mis hijos tienen la gran bendición de tener una familia enorme ya que solo de la parte de mi esposo tiene mas de 25 primos ya que fueron diez hermanos, así que bajita la mano, no viniendo todos mínimo somos treinta cinco, aquí lo hermoso, además de compartir el festejo es la unión familiar y el cariño que ellos reciben en este día tan bonito, se que se les va a olvidar lo que se ofreció de cena o los hermosos regalos que reciben, lo que jamás van a olvidar son los momentos en familia y el canto de verdad a coro de las mañanitas y eso es invaluable.
También estoy consciente que mientras mas crecen, menos festejo quieren, pero el de compartir con la familia, esa hasta que yo pueda, no la van a dejar de lado.
Para mi, como ya lo conté, el momento mas importante es el del pastel ¡que emoción ver tus velas encendidas! escuchar una canción para ti, entonada con ganas y sobre todo con mucho amor, el momento de pedir un deseo y soplarle a las velas, además de que es en ese precioso momento donde ya tienes tu edad de forma "oficial", si, ya se que es una tontería pero para mi es bonito pensarlo así.
Nunca hay que dejar de festejar, aunque sea de forma privada, ya sea con una o muchas personas que te quieran, es un año mas de vida, una bendición que Diós te ha concedido, de algún modo siempre hay que celebrarlo y agradecerlo, no todos tiene la fortuna de poder llegar a cumplir un año mas.
A los 40 confieso que para mi es un regalo enorme, una bendición celebrar los cumpleaños de mis hijos, de la familia y las amigas que mas quiero, es un momento muy especial para decir te quiero, para guardarlo en el corazón, para tomar la foto del recuerdo y provocar una sonrisa de recuerdo en el futuro.