¿Qué hace que mi hijo sufra de ansiedad?
Papá o mamá acompañan a sus niños a hacer las tareas, eso incluye preparar maquetas, trabajos de manualidades, dictados, caligrafías, exposiciones y por supuesto… alistarse para un examen. Los formatos de evaluación dan a los estudiantes los primeros instrumentos hacia la excelencia académica y en el fortalecimiento de los conocimientos de su cultura general.
Pero hay mucha insistencia en aquello de que los padres solo quieren ver «A» o «10» en las boletas escolares de sus niños y se hace énfasis en lo decepcionado que estarán si reprueba u obtiene una baja calificación.
«Enséñale al niño el camino en que debe andar y aun cuando sea viejo no se apartará de él». Los niños necesitan hacer de la experiencia educativa algo inolvidable, que les guste y que logre desarrollar en ellos un pensamiento crítico.
El manejo de la ansiedad
Los trastornos de ansiedad son un grupo de entidades nosológicas psiquiátricas que pueden presentarse en todas las etapas del desarrollo (niño, adolescente, adulto), pero que adquieren una importancia fundamental en la niñez.
Resulta importante tratarlas porque son las que menos se detectan, pero tienen un alto nivel de sufrimiento “en silencio”. También por la repercusión emocional, social y eventualmente académica que conlleva. Se debe hacer seguimiento por la evolución que puede acarrear cuando no es tratada a tiempo.
La ansiedad recurrente produce depresión y puede llegar a hacerse crónica, y dificultar sensiblemente el desempeño en el trabajo o la escuela y la capacidad para afrontar la vida diaria. La ansiedad es una experiencia común para los niños, y muy frecuentemente, no se necesita intervención profesional.
Sin embargo, si la ansiedad es tan grave que su niño o niña no puede hacer las tareas que se espera que haga por un tiempo prolongado, entonces la intervención puede estar indicada.
Lo que podemos hacer para aliviar la ansiedad
La presión por la excelencia académica puede hacer quebrar a muchos niños. Es importante que los padres sepan manejar sus gestos, palabras y acciones a la hora de abordar el tema con sus niños, Celebrar los éxitos y las buenas calificaciones, pero también tener la palabra de aliento justa para cuando los resultados no sean los esperados.
Evite comparaciones odiosas con otros niños de su salón o el hijo de alguno de sus amigos. Hable como equipo: «esta vez no logramos la máxima notas, pero vamos a estudiar más para lograrlo».
Recuerde que es importante no solo que el alumno apruebe, sino que aprenda de los contenidos que recibe en el aula de clases.
Es importante el diálogo con su hijo. Pregúntele sobre sus materias favoritas y maestros. Si entiende las clases o si por ende tiene dificultades para concentrarse. Converse además con el docente para saber si el niño o niña ha manifestado algún problema de conducta. De esta forma si tu hijo sufre de ansiedad académica sabrás a que enfrentarte para poder ayudarlo.