En la redacción de TUMINIYO somos muy dados a recorrer la provincia de Almería durante los fines de semana. Durante todo este tiempo, por ejemplo, os hemos hablado de las Cuevas de Sorbas. También os propusimos ir a San José y ser testigos de todo un “desembarco pirata“. Este pasado domingo lo teníamos claro, teníamos que ir a Terque. Iban a mostrar algunos de esos oficios antiguos que han desaparecido con el paso del tiempo.
Terque y los oficios antiguos desaparecidos
Terque es un precioso municipio de la provincia de Almería, situado en la Sierra de Gádor, con apenas 400 habitantes pero cargado de historia. A tan sólo 27 kilómetros de la capital, las calles de este pueblo son una sorpresa para el visitante. Paseando nos podemos encontrar con impresionantes casas burguesas y algunos parrales que nos hablan del esplendor de este municipio en años pasados.
Fuimos a Terque atraídos por la actividad que organizaba desde los Museos de Terque. Tenía lugar la XV Jornada de Recuperación de Oficios Antiguos, una actividad genial para enseñar a los más pequeños cómo era nuestra provincia hace unos años, cuando no existían ni las consolas, ni el Whatsapp ni tan siquiera la televisión.
Jornada de Recuperación de Oficios Antiguos
Por las principales calles del pueblo estaban repartidos diferentes artesanos que, encantados, enseñaban a los visitantes sus oficios. Había un sastre, un cantero, un afilador, un pregonero, un grabador…
En el lavadero municipal, mujeres ataviadas con las ropas de principio del siglo pasado, cantaban mientras lavaban su ropa. En uno de los solares, los niños descubrían unas piedras mágicas que al mojarlas se convertían en pintura. Después de ver por primera vez la cal, brocha en mano, encalaron un muro entre todos.
El “puesto” del alfarero fue el más demandado de los niños que, emulando a Patrick Swayze. en Ghost, hicieron sus pinitos en el bonito mundo de la alfarería.
Fueron más de 50 los oficios o profesiones antiguas los recreados por los vecinos y vecinas de Terque. Los niños lo observaban todo y los padres explicaban, orgullosos, cómo de pequeños en su pueblo asistían a las tradicionales matanzas o a la faena de la uva.
Los museos
Después de “flipar” con lo que veían por las calles, llegó el turno de “alucinar” con los museos de la localidad. Cinco museos geniales:
Etnográfico
De la Uva del Barco
Museo de la Escritura Popular
Cueva de San José
La Modernista. Tienda de Tejidos
Y por si esto fuera poco, una original exposición de cunas antiguas. ¡Algunas daban algo de miedito!
Desde aquí os invitamos a participar en la edición del año que viene. Disfrutaréis recordando historias de vuestros mayores. Por un día os convertiréis en profes de historia de vuestros hijos e hijas. Los niños y niñas se divertirán sin tener que estar pegados a la pantalla de una tableta.
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