Hola, hoy quiero compartir el cumpleaños de mi Terri, mi hijo menor que acaba de celebrar su 6to cumpleaños, y es que a veces siento que el tiempo se me escurre entre los dedos, de verdad, es un niño muy amoroso, tanto como lo es su hermana mi Titina, cariñoso y con noble corazón, pero no deja de tener su temperamento, sus días raros, sus caprichos y metidas de pata, su mal despertar después de la siesta, como muchos niños y es un apasionado del fútbol desde que tenía dos años ya apuntaba maneras, no había día que no quisiera jugar con su pelota.
Tanto que en los cumpleaños era inevitable comprarle una, así como los tan esperados cromos de fútbol.
Poco a poco fue contagiándonos su energía y haciéndonos cómplices de su pasión futbolera.
No me puedo quejar, solo estar agradecida con la vida por haberme dado un hijo tan cariñoso y divertido como es mi Terri, aunque como todos los niños con hermanos se peleen por cualquier cosa y quieran siempre ganar mi atención de cualquier manera, me encanta que también sean unidos, que se ayuden y se den la mano uno al otro, aunque haya días que se lleven como perro y gato.
Después de todo, es parte de la crianza en la maternidad, esa que tantas curvas y tropezones nos da, pero que tantas veces nos hace ver un arcoíris que nos da un subidón y que como a mí a veces me pasa, digo: bueno mañana será otro día.
Así que como cada año, decidí hacerle su fiestuqui a mi Terri, sé que espera con mucha ansia el día de su cumpleaños por los regalos, estuvo esperando el momento en abrir un paquete que tenía por ahí, medio oculto pero que no se podía abrir hasta el día de la fiesta.
Para celebrar el cumpleaños no me complique como antes, ufff!! Antes era demasiado trabajo en mis espaldas, que si la tarta de fondant, que si una piñata especial, que chuches, que sorpresas, que comprar decoración para la mesa pero de esas decoraciones que son tan fashion y las venden en tiendas tan bonitas.
Pero este año no me quise complicar mucho, aunque para algunas madres es complicarse bastante, pero para mí era lo mínimo que podría hacer.
Para empezar hicimos las invitaciones con mi Terri, está empezando a leer y escribir sus primeras palabras, le propuse que él mismo las escribiera, así que salió como salió de su puño y letra.
También decidí hacer dos tartas, una de chocolate súper mega fácil que decore con lacasitos y puedes ver la receta aquí. Esta es la favorita de mi Terri.
Otra tarta fue el bizcocho de limón de toda la vida, en casa también gusta mucho, es el típico bizcocho de limón con mantequilla, a mí me encanta porque a la hora del café siempre triunfa, por encima un glasé de nesquik y grageas de colores comestibles.
Si quieres ver la receta de estas y otras tartas caseras y resultonas mirad aquí : Tartas caseras.
También tuvimos el momento piñata, pues tenía una piñata de emoji que le había hecho a mi hija tuneando una que compre en un bazar barato, lo que hice es dibujar en un círculo grande una pelota, el número seis, unos cuantos adornos y listo, ya tenía mi piñata reciclada low cost je,je.
A mi terri ni le importo todo esto, el disfruto con sus amigos al romperse la piñata y pescar los juguetes y gominolas que cayeron al suelo.
Como siempre digo no me liare más, pero es mentira siempre acabo haciendo adornos y malabares pero en fin lo disfruto, hice unos toppers para las tartas, mirando Pinteres me fuí inspirando en ideas fáciles y resultonas para adornar el pastel.
De esta manera hice unos toppers de pelota de fútbol con el número seis, también unas pelotitas de futbol, un topper que ponía su nombre, el cual me encanto, porque que le dio mucha vida a la tarta y no me costó mucho hacerlo.
Me hubiera gustado hacer unas banderolas específicas de futbol pero no me dio la vida para ello, entre una cosa y otra, reutilicé las banderolas que un día compre en un supermercado y que estaban sin usar y así quedó resultón.
También recicle el último juego que habíamos hecho en el cumpleaños de mi Titina, para amenizar la fiesta ya que el tiempo no nos acompañó porque estuvo lloviendo toda la tarde y estuvimos debajo del porche, pues si la hacíamos dentro de casa con casi 20 niños mi casa hubiera sido un caos total y prefiero guardar bonitos recuerdos de estas celebraciones.
El juego consistía en ponerle la cola al burro, con los ojos vendados y dando tres vueltas sobre el mismo sitio, tenían que caminar y dirigirse hacia donde estaba la figura del burro para ponerle la cola en el sitio correcto, fue muy divertido y además los que acertaban tenían premio.
A pesar del tiempo, creo que la fiesta cumplió su objetivo que se divirtieran y merendaran juntos todos los amigos y los padres pudiéramos charlar un poco y decirme a mi misma: bueno gracias a Dios se acabó la fiesta hasta el próximo año.
Y tú, ¿planeas las fiestas de cumpleaños de tus hijos? ¿Te gusta hacer tu misma los preparativos?
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