Hay un momento en la vida de una embarazada igual de importante que el día en que consigue un test de embarazo positivo: el día en el que se hace una ecografía emocional, ya sea una ecografía 3D, 4D o 5D.
Voy a confesarte algo. Cuando oí hablar de las ecografías 5D lo primero que pensé fue: ¿existen tantas dimensiones? La verdad es que me hice la ecografía 5D gracias a una oferta y las sabias palabras de Papá Pingu me hicieron entender un poco mejor de lo que se trataba: “Las D son como las J de un jamón“.
Aunque esta explicación pueda parecer simplista no le falta razón: cuantas más D haya, más resolución tendremos.
Como no quiero que te pase como a mi te voy a explicar la diferencia entre ecografías, para que tengas una idea más clara.
La ecografía 3D y 4D. Diferencias.
En primer lugar hará falta ver qué diferencia hay entre una ecografía 3D y una 4D, a parte del precio.
En la ecografía 3D se ve el bebé de manera bastante nítida y con volúmen, es como hacer una fotografía del bebé en la que se pueden apreciar sus características.
En cambio en la ecografía 4D se captan las imágenes de la misma manera pero es posible montarlas de manera que se pueda observar el movimiento del feto en tiempo real.
Por lo tanto la diferencias entre la ecografía 3D y la 4D no son tantas, se podría resumir en una: el factor tiempo.
La ecografía 3D y 4D. Precio.
Hoy en día puedes encontrar ecografías en 4D y en 3D muy baratas. Su precio solía rondar los 100, sin embargo ahora han bajado y podemos encontrarlas incluso por unos 60. Normalmente te llevas un CD a casa con el vídeo de la ecografía y alguna imágen para enseñar a la familia y amigos o simplemente guardar para el recuerdo.
Eso sí, vale mucho la pena pagar un poco más y tener la ecografía 5D.
Ecografía 3D y 4D. Cuándo hacerla.
El mejor momento para ver el feto de cuerpo entero es entre las 16 y las 20 semanas. Si prefieres verle la carita puedes esperar hasta la semana 24, cuando ésta esté más formada y se le puedan apreciar los rasgos. Si dejas pasar demasiado el tiempo puede que no veas demasiado bien al bebé, ya que es demasiado grande para salir entero en la ecografía, sin embargo podremos ver mejor como será cuando nazca. Yo esperé a la semana 28 para hacerme una ecografía 5D y Pingüinito ya estaba bastante apretado ahí dentro, ya que cuánto más esperemos menos espacio tendrá para moverse, por lo que captaremos mucho menos movimiento que si la hubiésemos hecho antes.
Ecografía 5D. La mejor opción.
Esta fue la opción que elegí yo, puesto que en el centro en el que me hice la ecografía solo tenía que pagar 20 euros más que en una 4D.
La diferencia es que en la ecografía 5D se puede jugar con la iluminación y el contraste de la imágen, por lo que se puede apreciar con mucha más claridad lo que está haciendo el feto ahí dentro.
¿Es perjudicial tanta ecografía?
No se ha demostrado que perjudique al feto de ningún modo, sin embargo la recomendación es no abusar de ellas. Durante el mismo seguimiento del embarazo ya vamos teniendo imágenes, aunque éstas sean estáticas y se centren más en la salud del feto.
Yo recomiendo hacer una ecografía emocional si quieres tener estas imágenes de tu hijo o hija ya que eres un poco impaciente, como yo. Y si quieres hacer más de una consulta con el médico que te lleva el embarazo, supongo que dos o tres no serán perjudiciales, pero siempre es recomendable consultarlo con un profesional de la salud.
Mi experiencia con la ecografía 5D
Ese día fue algo estresante. Cogimos cita al mediodía para que Papá Pingu pudiera asistir. Yo tuve un embarazo con muchos problemas y al estar en la semana 28 me encontraba francamente mal.
Entramos en el centro y nos atendieron con mucha amabilidad. Nos indicaron que podíamos esperar en un sofá bastante cómodo, aunque en realidad la espera no fue demasiado larga.
Nos hicieron pasar a la sala, que era bastante grande, y me hicieron tumbar en la camilla. Estábamos expectantes por ver a Pingüinito en la pantalla que teníamos delante. Sin embargo no todo fue tan sencillo.
El bebé estaba colocado de espaldas y dormía. Resulta que le habíamos pillado en su hora de la siesta y no había manera de que cogiera otra postura para poderlo ver bien.
La chica nos dijo que no pasaba nada, que nos dejaba un rato solos y que intentara andar para despertar al feto. A su vuelta veríamos las nuevas imágenes.
Al poco rato me di cuenta de que Pingüinito se había empezado a mover, pero por si acaso no dejé de moverme de un lado a otro de la sala para asegurarme de poder verlo en movimiento.
Volvimos a probar y sí, ahora estaba de cara. Pero como acababa de despertarse no estaba muy activo y además decidió ponerse a jugar con el cordón umbilical de manera que éste le pasaba por delante y lo tapaba.
La encargada de la imágen jugaba con la iluminación y podíamos verle más o menos definido según el momento.
Pudimos apreciar sus rasgos faciales y como ahí dentro parecía estar cómodo. Por solamente eso ya creo que valió mucho la pena.
Al salir nos dieron una fotografía bastante conseguida, un CD con todos los segmentos de vídeo y una canastilla con productos para el embarazo y el bebé.
La verdad es que salimos muy contentos, aunque tardamos bastante más de lo previsto y tuvimos que comer con rapidez para que Papá Pingu no llegara tarde al trabajo.
Te dejo el vídeo de mi ecografía 5D para que puedas apreciar exactamente de lo que hablo.
Espero que te hayan quedado claras las diferencias entre tipos de ecografía. Si tienes alguna duda dímelo en un comentario. Cuéntame también si te has planteado hacer una ecografía o has hecho alguna de estas ecografías, cuál de ellas has elegido y por qué.
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