Cuando somos padres es muy complicado tratar de cuidar la alimentación familiar cuando de celebraciones y festejos se trata. Cada día somos más conscientes de los perjuicios del exceso de azúcar y comida procesada.
Queremos que los primeros cumpleaños de nuestros peques sean inolvidables.
Y necesitamos que todos los invitados se sientan a gusto.
Vamos, no deseamos una sosa fiesta infantil con comida muy sana…y aburrida. Que luego los adultos nos veremos obligados a acabar todo lo que no se han querido comer los niños.
Pero…tenemos una gran ventaja que juega a nuestro favor.
Y es que indudablemente en la mayoría de los casos, sobre todo en las primeras edades, los niños comen “por los ojos”. Así que una explosión de aroma, forma y color, definitivamente es una nuestra gran apuesta a la hora de planificar los bocadillos y tentempiés.
Una simpática tendencia de hace algunos años, ha retomado cierto auge y aceptación dentro del público infantil. Se trata de las Fruit Party (fiesta de frutas).
Las mismas le dan paso a preciosas mesas decoradas con coloridos arreglos frutales. Suelen ser acompañadas con fuentes de chocolate, gelatina o refrescantes ponches y frappes (sin alcohol por supuesto), muy adecuadas sobre todo para esta calurosa época veraniega. Los helados también son bienvenidos.
Si estamos organizando algo sencillo, no hace falta recurrir a elaboradas decoraciones frutales realizadas por profesionales. Basta con tener a la mano bandejas, cuencos, palillos, unos cuantos cortadores de galletas en variadas formas: estrellas, flores, corazones, etc. Incluso podemos hacer con las frutas enteras, una simulación de "tienda". Los niños tendrán aseguradas horas de diversión.
Una presentación muy práctica y divertida, es ensartar varias piezas de fruta cortada, en pinchos de barbacoa o paletas de helado.
Los plátanos sin pelar, también se pueden convertir en simpáticos (y muy prácticos) personajes:
Podemos añadir pequeños vasitos con gelatinas cubiertas de picadillo de fruta o galletas. O un gran cuenco gelatinoso en el que naden los trozos más deliciosos de las frutas de temporada. Usar una cáscara de patilla para tales fines, puede ser un éxito total:
En cuanto a la decoración, si no tenemos temática definida, podemos hacer que gire en torno a la comida. ¿Paletas de colores? la naturaleza nos ofrece una variedad rica en vibrantes tonalidades. Podemos construir todo un fantástico "jardín" de frutas con elementos comunes en las celebraciones.
Las Fruit Party, se presentan como una opción estupenda para los pequeños con intolerancias y alergias alimentarias, por la versatilidad y facilidad de clasificación de los ingredientes que usaremos. También son muy adecuadas para los agasajados más pequeños (bebés de 6 a 36 meses) que se inician en la alimentación complementaria.
Y sobre todo, aunque las frutas también tienen azúcar, definitivamente el ambiente será muchísimo más relajado que cuando todos nos hartamos de gusanitos, caramelos y gominolas :D.
Eso si, hay que prepararse para salir de la fiesta, embadurnados de jugosos chorretones ;)