Todos sabemos que fumar perjudica gravemente la salud. Desde hace unos años, las políticas anti-tabaco se han instaurando en España consiguiendo que muchas personas abandonarán este mal hábito. Sin embargo, dejar de fumar es más complicado de lo que parece, sobre todo para aquellas personas que después de tener un hábito contínuo se convierte en un vicio o adicción.
El embarazo puede ser un buen momento para dejar de fumar, ya que el el tabaco no sólo nos hace daño a nosotras mismas, sino también al bebé que estamos esperando. Fumar durante el embarazo puede perjudicar el desarrollo del feto e incluso causar malformaciones. A pesar de ello, algunos médicos recomiendan abandonar progresivamente el tabaco para luchar contra la ansiedad que provoca abandonar el hábito. ¿Piensas dejar de fumar durante el embarazo? ¿Cómo puedes conseguirlo? ¿Qué riesgos tiene el tabaco? En este reportaje, te mostramos cómo dejar de fumar durante el embarazo.
Riesgos del tabaco para el feto
Para tomar la decisión sobre si dejar o no de fumar, sería conveniente conocer los riesgos o peligros del tabaco para el futuro bebé. El órgano más afectado cuando realizamos el acto de fumar es el pulmón. Las sustancias químicas que posee el cigarrillo se absorben a través de este órgano y se esparcen por el resto del cuerpo.
Algunas de estas sustancias se asientan en los vasos sanguíneos que abastecen de sangre al útero y los hacen más estrechos, lo que provoca que el bebé reciba menos oxígeno y alimento de la sangre, de la cantidad normal que tendría que recibir. Como consecuencia de esto el bebé puede pesar menos al nacer, nacer prematuramente e incluso sin vida o morir por el síndrome de muerte súbita. En otros casos, la consecuencia puede ser problemas crónicos de asma e incluso una malformación por falta de vitamina B12 y C.
Cuándo debo dejar de fumar
Si antes de quedarte embarazada no has dejado el tabaco, la gestación es el mejor momento para eliminar este hábito. El nacimiento de un hijo es un motivo bastante fuerte por el que muchas mujeres consiguen alejar el tabaco de sus vidas, es la mejor motivación. Si necesitas ayuda puedes consultar con el médico o en algún grupo de apoyo para el tabaco, pero para lograr la solución efectiva necesitarás fuerza de voluntad.
Guarda los cigarrillos, mecheros e incluso ceniceros o deshazte de ellos si puedes. Procura alejarte de lugares o personas que fumen habitualmente. Probablemente, necesites un sustitutivo para mantenerte ocupada ante la tentativa de fumar. Consulta con tu médico la posibilidad de consumir chicles o algún medicamento que ayude a sobrellevar este proceso. No te desanimes, los primeros días son duros pero después verás pronto tu recompensa. Piensa que tu bebé puede sufrir más de lo que esperas si consumes tabaco.
Fumar después del parto
Uno de los errores más comunes en las personas que consiguen dejar de fumar durante el embarazo, es la recaída después del parto. Muchas mujeres vuelven a fumar seis meses después de que su bebé nazca. Sin embargo, esto es un grave error; primero, porque ya habíamos conseguido abandonar un mal hábito para nosotras mismas y segundo, y más importante, porque el humo del cigarro no es sano para el bebé tampoco después de su nacimiento.
Los bebés o niños expuestos al tabaco tienen más riesgos de sufrir resfriados, problemas pulmonares e infecciones de oído. Además, se convierten en fumadores pasivos, lo que transforma sus pequeños pulmones en pulmones de fumador. Por eso, después del parto debemos evitar el tabaco así como exponer a nuestro bebé en aquellos lugares con gran abundancia de humo.
Agradecimientos: www.mayoclinic.com, www.telegraph.co.uk, elinussbaum.com, www.sciencedaily.com
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