La Navidad está a la vuelta de la esquina y seguro que muchos padres estamos pasando por la misma situación: los niños quieren un teléfono móvil. Y entonces, nos asalta la duda: ¿Es demasiado pronto? ¿A qué edad debo comprárselo?
Para muchos padres la respuesta es una clara negativa y para otros muchos siempre va a parecer un mal momento (que si en primaria es muy pequeño, que si en la ESO lo va a distraer de los estudios, etc.); sin embargo, no podemos cerrar los ojos ante la realidad de que nuestros hijos no crecen en la misma sociedad que nosotros, sino que ellos ya están digitalizados.
Debemos comprender que apartar a nuestros hijos de las nuevas tecnologías (móviles, ordenadores, tablets, videoconsolas…) es apartarles de la sociedad. Esto no quiere decir que les demos plena libertad de uso, pues es evidente que muchos problemas están relacionados con la tecnología están a la orden del día. Problemas como:
-Acoso escolar. El maltrato para muchos niños continúa a través del Whatsapp una vez que llegan a casa y no se queda en las puertas del colegio.
-Abuso infantil. Muchos perfiles falsos consiguen acercarse a menores con malas intenciones.
-Bajo rendimiento escolar. En vez de estudiar o hacer los deberes, juega a escondidas. O puede que incluso juegue a escondidas durante la noche y no rinda a la mañana siguiente en el colegio.
Sin duda, son muchas las razones que pueden preocuparnos, pero debemos comprender que las nuevas tecnologías no son buenas ni malas, sino que depende del uso que hagamos de ellas. Y aunque como padres tengamos muchos miedos, también hay muchos recursos digitales a nuestro alcance.
Existen muchas herramientas de control parental digital que permiten, por ejemplo:
-Bloquear resultados de búsqueda inapropiados (violencia, pornografía, juegos, redes sociales, etc.) y restringir la descarga de archivos, el acceso a páginas de juegos u otro tipo de aplicaciones, así como el huso horario.
-Ver y bloquear con quién hablan los menores por teléfono y de quién reciben SMS; qué amigos y qué tipo de contenido ven y comparten en redes sociales.
-Tener un número virtual de Whatsapp como alternativa a que nuestro hijo tenga un número propio, pero al mismo tiempo dándole una herramienta para hablar por chat.
-Recibir un SMS con la localización exacta de nuestro hijo, por si se pierde y tenemos que ir a búscalo.
Con todas esta aplicaciones y servicios, es más fácil responder a la pregunta de si nuestros hijos estás preparados para tener un número de teléfono.