El establecimiento de normas en casa supone uno de los factores de protección más significativos para la convivencia en la sociedad.
Los límites y las normas establecen e indican a una persona qué, cómo y cuándo se debe realizar una acción o no. Suponen un cambio de comportamiento con consecuencias positivas o negativas.
El papel de los padres consiste, entre otras cosas, en establecer unas normas claras y educar para que los niños sean capaces de actuar de manera responsable ante la vida cotidiana.
Con los límites los niños irán adquiriendo el sentimiento de seguridad, crearan sus propios referentes, sabrán distinguir lo que está bien de lo que no, ayudarán a formar su escala de valores, promoverán el respeto y la tolerancia hacia los demás, etc.
Las normas que se establecen en casa tienen que ser: realistas, claras, consistentes y coherentes con la función de cada miembro de la familia. Tenemos que tener en cuenta también que ha medida que van creciendo, debemos darles un espacio de libertad mayor para que se muevan; todo en base al comportamiento que manifiesten (decisiones y comportamientos correctos o incorrectos).
En la adolescencia aparecerá el rechazo o enfrentamiento a los límites y las normas. En esta etapa es importante argumentar los motivos de nuestras decisiones y negociar las normas para no crear un conflicto y conseguir que se respeten y cumplan las normas establecidas.
¿Tenéis normas de convivencia en vuestro hogar?
Fotos: Zippy Store Kids