Hoy en día, la respuesta es más que evidente, la influencia del internet parece pretende medir, la conexión que se tienen con las redes en la vida de las personas. Hasta qué punto condicionan sus relaciones personales y sociales, qué características de las mismas producen ese ‘enganche’ y, lo que es más importante, ¿existe un componente negativo derivado de este fenómeno social?
Mientras unos apuestan por el carácter socializador, plural y beneficioso de estos sitios web, otros analistas sostienen que se está produciendo una pérdida paulatina de la capacidad socializadora de la que disponemos naturalmente y se está viendo sustituida por una pantalla de ordenador y ‘horas muertas’ frente a la misma…como veis, para todos los gustos.
¿Qué decís vosotros?
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