Cuando uno niño se incorpora a la familia, conlleva un sin fin de cambios en la dinámica familiar. No existe un manual de instrucciones de cómo educar a los hijos, se aprende a ser padres con errores y aciertos.
La consulta más común es: "mi hijo no me escucha, no hace caso, ya no sé qué hacer". Lo cual se traduce en un pedido ayuda y la necesidad de depositar al “niño problema” en el consultorio, con el objeto de que el profesional determine las causas de su comportamiento, sin embargo no hay consciencia en los padres sobre el hecho de que ese niño no es el problema, sino que es un síntoma de la dinámica familiar.
No existen niños tranquilos, que permanecen en silencio, que realizan las tareas solos y se desenvuelven sin la ayuda de los padres, empecemos a normalizar la infancia como un devenir constante de emociones, corridas, travesuras, necesidad de ayuda y sobre de afecto.
Los padres deberían preguntarse:
¿Qué clase de hijo estoy criando? ¿Este es el futuro que quiero para él? ¿Cómo puedo ayudarlo sin pegarle?
Es importante saber que los niños se forman en base al vínculo que tienen con su familia, en la forma en que se les permite expresar sus ideas y emociones de manera saludable, con límites y tareas que le permitirán adquirir disciplina.
¿Cómo hago para que haga caso sin pegarle?
No basta con darles comida, educación y un hogar, lo que más necesitan los hijos es afecto, compartir tiempo y sobre todo poner límites.
Los gritos, insultos, el tirar de la oreja, etc., no ayuda a que el niño se porte bien. Es necesario hablar con el mismo, mostrarle que conductas son adecuadas, entender que debido a su inmadurez emocional se expresa con berrinches gritos, llanto.
Si le enseñamos a manejar esas emociones y como controlarlas, va a adquirir herramientas para tolerar la frustración, aprender a esperar y comprender y distinguir lo bueno y lo malo.
Herramientas para manejar las emociones y el comportamiento de los niños
-En primer lugar debemos indagar en que momentos del día y bajo qué circunstancias el niño se comporta de manera inadecuada.
-Permitir que exprese sus emociones y pueda identificarlas
-Mostrarle que si hace un berrinche por un juguete nuevo, no lo va a obtener, es decir que si le damos todos los objetos materias que solicita, sabrá que cada vez que grita obtendrá lo que quiere, en cambio si dejamos que llore y se enoje, entenderá que su comportamiento no tiene una respuesta por parte del adulto, entonces irá abandonando el hábito.
-Ser consistente con los limites
-Reconocer y reforzar las conductas positivas
-Buscar ayuda profesional cuando sea necesario
-No darle un dispositivo electrónico para que no moleste, sino compartir tiempo con él
-Estimular su autonomía
-Permitir que ayude en las tareas del hogar
Sobre todo es necesario tener paciencia y saber que se trata de un ser pequeño que se está formando, que necesita padres que le brinden afecto, lo contengan y le muestren el camino...