El proceso de un parto en el hospital, es un momento muy emotivo, los nervios invaden a la futura mamá. Surgen dudas y miedos debido al cambio que va suponer traer un hijo al mundo. Pero antes de que llegue esta situación, hay que estar preparada y tenerlo todo pensado: dónde se va a dar a luz, cuál es el sitio más adecuado, cómo elegir un buen hospital para el parto, etc.
Además, antes de acudir al centro hospitalario se debe tener preparada una bolsa con todo lo necesario pero, ?qué se puede necesitar en un momento como éste? No sólo se deben llevar enseres para la nueva mamá sino también para el bebé. Una vez en el hospital se intenta explicar los pasos que se van a realizar para crear un ambiente de confianza, explica Carlos Haro, enfermero especialista en ginecología y obstetricia.
Cómo se desarrolla
Los partos en el hospital siguen un protocolo, aunque este será diferente según se produzca la llegada, si es de forma programada o de urgencia. Haro explica que si es programado, la paciente ingresa en el hospital y se le asigna una habitación en la cual durante las horas posteriores se llevará a cabo el protocolo básico de actuación.La matrona y el ginecólogo se harán cargo de este seguimiento. Se toman las constantes vitales tanto a la madre como al embrión mediante la monitorización fetal, que consiste en la introducción vía vaginal de una sonda que controla la frecuencia cardiaca del feto, así como de las contracciones que se produzcan.
Se procede con la inducción del parto mediante fármacos para facilitar la dilatación y se toma la decisión de utilizar epidural o no. El experto explica que sólo hay que esperar a que el bebé se corone, que es el momento en el que está colocado en el canal del parto para alumbrar. Cuando el diámetro del útero alcanza los 10 cm es el momento de llevar a la mujer a la sala de partos.
Si la paciente llega de urgencias, se valora el estado de la madre y del feto y se efectúa un protocolo de urgencia controlada, afirma el experto. Si el bebe está saliendo ya, sólo se aplicará la monitorización. Se procedería entonces con la técnica de parto, introduciendo a la paciente en el paritorio, explica Haro. No obstante, hay diversos factores que influyen en la situación: si la mujer viene nerviosa, si llega consciente, se valora el estado del feto, si hay sufrimiento fetal, etc. En función de la llegada, se aplica una técnica u otra.
Qué llevar al hospital
La mujer debe llevar preparado un camisón grande, que se usa durante el parto, aunque si no se dispone de él, el hospital dará una bata. También hay que tener calcetines, toallas, unas zapatillas de estar por casa o pantuflas, una bata, ropa interior, compresas grandes, jabón, cepillo de pelo, champú, cepillo de dientes y pasta dentífrica. También es recomendable acudir con alguna lista telefónica a la que recurrir en caso de complicaciones y ropa de calle cómoda para el día del alta.
Para el bebé, los hospitales se encargan de administrar todo lo necesario, afirma el experto, como pañales, mantas, ropa, etc. Al margen de lo básico, la nueva mamá debe ocuparse de llevar una manta pequeña, otra más grande y ropa que ponerle el día que salga del hospital.
Cómo elegir un buen hospital
Antes de dar a luz se debe decidir a qué centro se va acudir, pues no todos están dotados de los mismos equipamientos, servicios y tecnologías, ni ofrecen las mismas comodidades. La mayoría de los centros, disponen de una sala de dilatación otra de partos y habitaciones. Haro explica que un hospital público es para todos, por lo que las habitaciones son compartidas y el trato es más impersonal, pero en la actualidad, se tiende a intentar no masificar y controlar mucho las visitas.
No obstante, hoy en día se están dando partos más naturales, por lo que los hospitales se están adaptando a la nueva situación y ofrecen otros servicios y opciones más modernas. En hospitales privados hay habitaciones individuales en las que se lleva a cabo todo el proceso del parto y se pueda disfrutar de un ambiente más cómodo, íntimo y familiar sin tener que ser trasladada.
Las clínicas privadas son una opción posible para mujeres que gozan de buena salud y han llevado a cabo un buen embarazo y de bajo riesgo, ya que en caso contrario es recomendable dar a luz en un hospital.
No obstante, antes de decidirnos tenemos que tener en cuenta: si está cerca de nuestra casa, si está bien equipado, si tiene bastantes experiencias en partos, etc. El experto especifica que es indiferente dar a luz en un hospital público o en una clínica privada, principalmente la diferencia se basa en la comodidad de la paciente y su futuro hijo. El factor determinante será la situación social y económica de cada persona.