Hoy, año y medio después de describir en este blog mi historia personal, siento que debo actualizarla, ya que algunas cosas han cambiado, y me gustaría compartir aquí, tanto mis progresos como mis fallas.
Mi nombre es Windy, pero me llaman Wendy, y continuo siendo una mujer apasionada, feliz y completamente enamorada de ser mamá.
Hace un año y tres meses partí con mi hijo pequeño y mi esposo hacia un destino incierto, nos apegamos al exilio, como tantos otros venezolanos que ven una esperanza para sacar a sus hijos adelante y protegerse del peligro fuera de sus fronteras, ya que nuestro país ya no nos ofrece ni la seguridad ni la prosperidad que anhelamos. Y aquí estamos, fácil no ha sido, pero si alguien me pregunta si me arrepiento, por supuesto que no, creo que después de decidir tener a mi hijo, esta es la mejor decisión que he tomado, sobre todo por el, y por su futuro.
Mi hijo Luis Mario, hoy tiene 12 años y 9 meses, continua siendo el niño de mis sueños; es un niño educado, inteligente, maduro, independiente y amoroso, que mas se puede pedir!. Pero año y medio después, ha crecido mucho, su voz ha cambiado, se ha vuelto más independiente y menos dócil, pero de estos cambios, hablaré pronto en otro artículo. No es mi único hijo, ni fue el primero, pero esta historia fue contada. Mi esposo Mario, ha tenido algunos cambios durante esta etapa que nos ha tocado vivir, a mi parecer, la mayoría han sido positivos, ha asumido cada día, cada dificultad y cada reto, con valentía y sobre todo, con amor y apego a su familia. En este momento de mi vida, creo que nadie me quiere y me apoya más que él.
Soy graduada en la UCLA (Barquisimeto) en Licenciatura en Contaduría Pública y tengo una maestría en Administración de Empresas en la URU (Maracaibo). Trabajé muchos años en mi área pero el destino me colocó en este lugar, donde he aprendido a defenderme haciendo diferentes cosas, las cuales nunca estuvieron en mis planes ni proyectos, pero la vida me dió un giro, no de 180 sino de 360 grados y pronto voy a contar esas experiencias, que me llenan de satisfacción y de orgullo, porque definitivamente es en las dificultades donde nos crecemos y son los retos los que llenan el corazón.
Lo que más amaba ademas de mi familia era ir de compras, y les confieso, que sigue siendo una de mis pasiones, pero no se imaginan como he tenido que contenerme y como he tenido que aprender a comprar. Ahora solo digo, lo compro la próxima vez, y la siguiente vez, ya no me interesa. Creo que mis prioridades han cambiado; la fotografía sigue siendo mágica para mi, alli están plasmadas mis experiencias, el crecimiento de mi hijo, y hasta mi cambios personales, no sólo físicos, sino de actitud. Claro que ha habido cambios porque ya no fotografío a mi hijo como antes, ya el no quiere ser mi modelo, así que solo lo capturo cuando puedo, capturo momentos, capturo experiencias. Me gusta el ejercicio, y como prometí en mi primer artículo, lo he retomado con exito, no lo hago todos los días, pero si es parte de mi vida ahora, me alegra la vida, aleja los dolores o achaques, me da entusiasmo, energía y me levanta el ánimo y las ganas de salir adelante, el ejercicio es mágia. Por supuesto que sigo interesandome en la moda, no es el centro de mi vida, pero creo que el gusto por la moda me acompañará siempre. Cocinar a mi familia diariamente, es un hábito que no he perdido en este país, aun cuando es fácil ser seducido por la comida rápida, congeladas y enlatadas, yo he mantenido mis costumbres y continúo consintiendo a mi familia con mi comida casera.
La maternidad ha llenado la mayor parte de mi vida estos 12 años y medio, aunque es mucho más ya que en algún momento comenté que aprendí a ser madre antes de tener a mi propio hijo. Este primer año en este país he intentado centrarme en el desarrollo y la adaptación de mi hijo, antes que en el trabajo y en el progreso económico. Pero esta etapa ha servido para madurar mis ideas y decidir hacia donde enrumbar mi vida y mis proyectos, hacia donde dirigir mis esfuerzos para labrarnos un futuro en este país, país de oportunidades y de bendiciones, pero donde si no das los pasos correctos, puedes terminar 20 años despues, en el mismo lugar.
Así que en este momento tengo claro que mis esfuerzos deben ser dirigidos hacia lo que se hacer y que aquí puedo desarrollar, si tengo constancia y persistencia, es en el área financiera donde puedo dar pasos con seguridad y donde puedo desarrollar todos mis talentos. Recientemente, en diciembre 23 del 2016 para ser exactos, obtuve mi licencia en los seguros de vida y otros instrumentos financieros, ya que este es un país de licencias y de reglas, y el desconocerlas, no te exime de su cumplimiento, y después de algunos tropiezos y de dos multas, creo que ya lo tengo claro.
En este tiempo he entendido que mi hijo crece muy rápido y que si no alimento mis otras relaciones, al cabo de muy poco tiempo, estaré sóla y sin remedio, así que la relación con mi esposo ha tomado nueva forma, trato de dedicarle mucho más tiempo y esfuerzo de lo que le dedicaba antes, aquí tengo nuevas amigas, he aprendido que en el exilio, la solidadridad y la ayuda mutua es imprescindible y que tus amigos pasan a ser tu familia, aveces te confundes y dedicas tu tiempo a quien solo está de paso, pero de las experiencias se aprende y mucho, te hacen crecer y madurar.
Agregué un nuevo apartado este año 2016, quería contar desde mi punto de vista, como eran mis días como inmigrante, mis búsquedas, mis anhelos, mis decepciones, mis alegrías y mis tristezas, hubo muchos cambios y por circunstancias de la vida, deje de escribir pero decidida estoy a retomar el rumbo, porque ciertamente, mi necesidad de expresarme y de contar lo que vivo y lo que siento, sigue viva en mi y esta es la razón por la que estoy aquí, frente a mi computador, actualizando esta entrada y abriendo mi corazón.
Aquí les digo con letras lo que jamás diría con palabras… Estas son mis historias… y espero de corazón las disfruten al leerlas, como yo las disfruto al escribirlas...