Estoy sentada, un sábado por la mañana, esperando a que mi esposo salga de una consulta médica. Me siento muy cansada, ha sido una semana agotadora al lado de mi nena que ha estado de vacaciones en el colegio y que últimamente sin querer, me reta, a mí, pero más que a nada a mi paciencia.
Y pienso, siempre que ella sale de vacas, es como si me viera en la necesidad de poner mi vida en pausa y me dedico toda yo y el íntegro de mi tiempo a ella. Y mientras comprobaba una vez más lo cansada que estaba, me distrajo una bebé de tal vez un año que estaba de la mano de su mamá intentando caminar. Iban y venían entre un consultorio y otro y vi que ambas disfrutaban de ese momento y esto se reflejaba en las sonrisas que las dos llevaban en sus rostros.
Y así de la nada, llegué a la siguiente conclusión: De alguna manera los niños, nuestros hijos, son el ancla perfecta y si estás atento, te darás cuenta que así te regalan una gran enseñanza, quizá la más importante de tu vida: el tiempo es aquí y ahora. Nada importa más. Nada es más importante que lo que estás haciendo con tu hijo en este preciso momento.
Estoy segura que hace unos cinco años jamás te ibas a imaginar lo importante que es hacerle las trenzas que te pidió tu hija para ir a pasear, pintar un corazón con una crayola morada y no con una de color verde, ver por millonésima vez Toy Story 3 o como lo que estaba viendo en ese momento, algo tan simple como acompañar los primeros pasos de tu bebé subiendo y bajando por una rampita. No, Eco-Lover, para mi nada de eso era importante y estoy segura que para ti tampoco lo era.
Esas cosas tontas, tan simples e insignificantes no tenían ningún tipo de valor. Inclusive te confieso que hasta hace un par de años no eran importantes para mí. Porque claro, más importante es lavar los platos, revisar tu Instagram o acomodar la ropa que acabas de sacar de la lavadora. De pronto, un día de la nada me pregunté ¿no es la vida siempre este momento? Y me di cuenta que toda mi vida me la he pasado dándole prioridad a cosas, personas y actividades que no lo valen. Estaba totalmente equivocada ya que el momento presente, el Ahora, es el lugar en el que transcurre el juego de la vida. Mi vida. La vida de mi hija.
Mantener la atención en el Ahora no implica negar las necesidades de tu vida, Eco-Lover. Se trata de reconocer qué es fundamental y que no. Esto te permite gestionar lo secundario con gran facilidad. No se trata de decir ya no voy a lavar los platos, que se queden sucios. No. Empieza a soltar, cuesta al principio pero sí se puede. Así sabrás qué es lo más importante para ti: Estar con tu hijo, haciendo exactamente eso que puede ser insignificante a la vista de cualquiera, pero que para tu hijo y para ti, es invaluable.
Así que, ¡a disfrutar de la vida, junto a nuestros hijos Eco-Lover!
Virginia